Cumbre del clima

Dubái lanza varios acuerdos multimillonarios para la lucha climática

Emiratos Árabes ha prometido 30.000 millones de dólares para impulsar "soluciones climáticas" en todo el mundo

Cientos de líderes mundiales asisten al discurso del presidente Lula da Silva ante la cumbre del clima de Dubái.

Cientos de líderes mundiales asisten al discurso del presidente Lula da Silva ante la cumbre del clima de Dubái. / EUROPA PRESS

Valentina Raffio

Varias promesas multimillonarias, discursos grandilocuentes de los principales líderes mundiales y, en general, un mensaje claro y rotundo de que necesitamos sumar más esfuerzos para luchar contra la crisis climática, dejar atrás los combustibles fósiles y proteger a los más vulnerables ante los extremos meteorológicos. Estos son los tres elementos que han marcado la segunda jornada oficial de la cumbre del clima de Dubái (COP28), donde se han desplegado una verdadera lluvia de millones contra el caos climático. "Necesitamos dar un gigantesco salto hacia el futuro y diseñar soluciones pragmáticas para hacer frente a los problemas que la crisis climática está creando en el mundo", ha afirmado Sultan Al Jaber, presidente de la cumbre de Dubái.

Durante la jornada de este viernes se han anunciado varios acuerdos multimillonarios. Emiratos Árabes ha prometido 30.000 millones de dólares para impulsar "soluciones climáticas" en todo el mundo. Esta iniciativa, a su vez, espera movilizar 250.000 millones de capital privado para programas de adaptación contra el cambio climático. El país anfitrión de esta cumbre también ha presentado un programa de 200 millones de dólares junto a la Fundación Gates, propiedad del magnate de Microsoft, para programas de investigación enfocados a fortalecer la innovación en los sistemas agrícolas más vulnerables a los extremos climáticos.

Este viernes se han anunciado varias iniciativas para mitigar el impacto de la crisis climática

También ha habido muchos anuncios relacionados con el fondo para ayudar a las víctimas del caos climático anunciado en el arranque de la cumbre de Dubái. Según ha anunciado el presidente del Gobierno español, Pedro SánchezEspaña aportará 20 millones a esta iniciativa. Macron ha afirmado que Francia aportará 100 millones más. Meloni ha asegurado que Italia sumará 100 millones adicionales. Y Canadá, por su parte, ha prometido añadir 16 millones para este fondo. Estas cifras han despertado alegría y escepticismo entre los países del sur global ya que, por el momento, más allá de las promesas todavía no está claro cómo (y cuándo) se entregarán.

Contra los combustibles fósiles

En la segunda jornada de la cumbre de Dubái, cientos de líderes mundiales se han desplazado hasta la ciudad emiratí para participar en este encuentro diplomático de alto nivel. El secretario de Naciones Unidas, António Guterres, ha aprovechado su comparecencia de este viernes para lanzar otro alegato contra la industria del petróleo, el gas y el carbón. "No podemos salvar un planeta en llamas con una manguera de combustibles fósiles", ha declarado ante la asamblea de líderes mundiales. "Debemos acelerar una transición justa y equitativa hacia las energías renovables. No reducir, no disminuir sino abandonar", ha añadido.

"No podemos salvar un planeta en llamas con una manguera de combustibles fósiles"

António Guterres

— Secretario general de ONU

Sánchez ha centrado su discurso en la "oportunidad" que supone la cumbre de Dubái para crear una "agenda climática justa y equitativa". En este sentido, más allá de los 20 millones destinados al fondo para víctimas climáticas, el presidente español ha anunciado la aportación de cinco millones adicionales a la red de Santiago y dos millones para frenar la deforestación en el Amazonas. En cuanto a retos de futuro, Sánchez ha destacado la necesidad de reducir emisiones, triplicar la instalación de energías renovables, duplicar la eficiencia energética y poner fin al uso de combustibles fósiles. "Esta cumbre supone una gran oportunidad", ha afirmado.

"Predicar con el ejemplo"

El presidente de Brasil, Lula da Silva, ha llamado a "afrontar el debate sobre la lentitud de la descarbonización". En este sentido, ha reclamado para transformar la economía para dejar atrás los combustibles fósiles. "Debemos hacerlo de forma rápida pero justa. No me imagino luchar contra el cambio climático sin luchar contra la desigualdad", ha añadido. En este sentido, Lula afirma que Brasil está dispuesto a "predicar con el ejemplo" y, justamente por ello, ya han puesto en marcha medidas como fortalecer su hoja de ruta para recortar emisiones, reducir la deforestación del Amazonía (para llegar a una tasa cero para 2030) y formular un ambicioso plan de transformación ecológica para "promover la industrialización verde, la agricultura baja en carbono y la bioeconomía".

El rey Carlos III de Inglaterra también ha tomado la palabra en Dubái para reclamar la adopción de "acciones reales y transformadoras" contra la crisis climática. En su discurso, el monarca ha hecho hincapié en la necesidad de "restaurar la harmonía con la naturaleza" y, sobre todo, en recordar que "la tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a la tierra". "Rezo con todo mi corazón para que la COP28 sea otro punto de inflexión crítico como lo fue en su día el acuerdo de París", ha afirmado el mandatario en su comparecencia de este viernes. 

"Todos sus mensajes políticos deben traducirse en acciones reales y tangibles"

Simon Stiell

— Naciones Unidas

A lo largo de esta jornada, han sido casi un centenar los líderes políticos que han tomado la palabra para pronunciar sus promesas climáticas ante la cumbre de Dubái. Simon Stiell, secretario ejecutivo del departamento de cambio climático de Naciones Unidas, ha aplaudido estos discursos plagados de buenas intenciones pero, a su vez, ha lanzado un mensaje de advertencia. "Todos sus mensajes políticos deben traducirse en acciones reales y tangibles. Y esto debería reflejarse en el acuerdo que entregarán el próximo 12 de diciembre", ha añadido el mandatario recordando que, más allá de los gestos de este viernes, de nada sirven las promesas si no se ponen negro sobre blanco en el acuerdo final de Dubái.