Cómo reciclamos en la Comunidad Valenciana: examen general

En 2022 se enviaron a reciclar en la región más de 200.000 toneladas de envases de plástico, metal, briks y papel y cartón, de las que casi 131.000 fueron separadas por los propios ciudadanos

Uno de cada dos valencianos reconocen tener dudas sobre dónde se depositan ciertos productos para su reciclaje.

Uno de cada dos valencianos reconocen tener dudas sobre dónde se depositan ciertos productos para su reciclaje. / .

Bego Contreras

Los números parecen buenos, y lo son, pero… Sí, siempre suele haber un ‘pero’. En la Comunidad Valencia se recicla, en general, bien. Y aquí van los primeros datos. De las 200.300 toneladas de envases recicladas en 2022, el 65% fueron separadas por los propios ciudadanos: 130.867, según las últimas cifras publicadas por Ecoembes. Además, se ha medido que los valencianos tienen en sus viviendas, de media, 3,3 cubos destinados a los residuos y el reciclaje, otro dato positivo., como refleja el estudio “Hábitos de reciclaje de la población española”, realizado por la consultora Kantar para Ecoembes.

Este estudio también revela que 7 de cada 10 hogares valencianos tienen un espacio para reciclaje, con un cubo destinado a los envases del contenedor amarillo. Otra buena muestra de que la concienciación y el respeto ambiental siguen avanzando.

Pero, y este pero sí es de los ‘pero’, 1 de cada 2 valencianos reconoce tener aún dudas sobre qué residuos se depositan en el contenedor amarillo. Y la ratio es similar en toda España. Hay potencial de mejora, desde luego, pero también muchos ejemplos de personas que ya contribuyen todo lo posible y muestran un comportamiento en su reciclaje casi impecable. Falta resolver esas dudas.

Contenedor amarillo: qué va y qué no

“Reciclamos, claro, tenemos en casa cuatro cubos para la basura orgánica, los envases, el cartón y el vidrio”. El que habla es Víctor San Bartolomé, padre de familia y residente en la ciudad de Valencia, y uno de esos buenos ejemplos que, afortunadamente, ya abundan. Además, Víctor sortea el problema de la falta de espacio: “Somos cuatro y un perro, en un piso que no llega a 100 m2, así que apostamos por un cubo de reciclaje triple“.

Sin embargo, San Bartolomé falla alguna de las preguntas casi trampa realizadas a estas personas que sirven de muestra de los conocimientos y hábitos que la población general tiene sobre el reciclaje. A la cuestión de dónde depositaría un juguete de plástico, contestó qué: “no sé, lo regalaría… en ¿el de basura? Y se puede dar por buena, porque la respuesta correcta es en un punto limpio o en el contenedor de restos. Pero falló con la del aerosol: “en el orgánico”. En este caso es en el amarillo.

Cabe recordar que el contenedor amarillo es el de los envases (no el de los plásticos en general, que es uno de los errores más extendidos), ya sean latas de metal, briks como el de leche. bandejas de corcho blanco o envoltorios de plástico. El contenedor azul, por su parte, se destina al reciclaje de envases de papel y cartón.

Reciclar y también reducir y reutilizar

En 2022, cada valenciano colaboró separando 27,3 kilos de envases, latas, briks, papel y cartón, haciendo así posible su posterior reciclaje. En la Comunidad Valenciana hay 25.343 contenedores amarillos y 21.955 azules, aparte de 11.200 papeleras de colores estratégicamente distribuidas para que los ciudadanos puedan reciclar en cualquier parte.

Cristina Gómez Navarro, residente a tiempo parcial en Denia desde hace décadas, es otro ejemplo de persona concienciada y cumplidora. “Reciclamos, por supuesto, en casa tenemos cuatro contenedores diferentes”. Cristina acierta la pregunta de dónde va el aerosol, “al amarillo”, pero tiene dudas con el juguete: “No lo metería en ninguno de los cuatro contenedores, no sé, los suelo donar”. Y su actitud resulta también beneficiosa, porque no solo conviene reciclar, sino también reducir el consumo y reutilizar todo lo posible, porque así se ahorran las emisiones asociadas a la fabricación de nuevos productos productos y se mejora la sostenibilidad.

Plegar las cajas y no lavar los envases

La Navidad es época de regalos, y muchos de ellos llegan en cajas de cartón. Y como estas suelen tener cierto volumen, es aconsejable plegarlas antes de introducirlas en el contenedor azul, para poder aprovechar al máximo su espacio. En cambio, hay otro acto que sí hacen muchos pero que es un error: no hay que lavar los envases que van al contenedor amarillo. Es un gasto innecesario de agua, porque las instalaciones recicladoras aplican ya procesos que dejan el producto perfectamente preparado para su reciclaje posterior.

Y de cierre, otra pregunta: ¿Dónde depositaría el cepillo de dientes? Es un producto de plástico, sí, pero al no ser un envase debería ir al punto limpio o al contenedor de restos.