La Guardia Civil ha detenido a dos vecinos de Alicante, ambos españoles, por la falsificación de casi 300 vehículos eléctricos motos y bicicletas, una actividad que generó unos beneficios fraudulentos que de más de un millón de euros. En el marco de la «Operación Tamuja» han sido intervenidos vehículos en 23 concesionarios de varias provincias, entre ellas Valencia, según informó ayer la Guardia Civil. La principal empresa imputada presuntamente falsificaba y manipulaba productos de otros importadores, haciéndolos pasar por la empresa china original.

Las investigaciones comenzaron tras la denuncia de una empresa distribuidora oficial en España de vehículos eléctricos chinos y sus accesorios. Se descubrió que varios vehículos habían sido manipulados con alteración de la capa de pintura y eliminación del número original con herramientas especiales para tapar o alterar etiquetas o marcas originales de fabricación. En una de las naves registradas en Alicante se encontró una cabina de pintura rudimentaria, construida con planchas de cartón y recubierta interiormente de plástico, con restos de pintura pulverizada que confirmaría su uso para el repintado de algunas piezas de las bicicletas eléctricas y motocicletas presuntamente falsificadas.