Una investigación interna llevada a cabo por la Comandancia de València recomienda que el comandante jefe de la Guardia Civil de Paiporta, con 300 agentes bajo su mando directo, sea sometido a un reconocimiento psicológico tras concluir que de su conducta se desprende la comisión de una falta muy grave por acoso laboral al capitán segundo jefe de la compañía y de una falta grave por echar a éste de malos modos de su despacho después de sufrir «un arrebato». El hombre, a punto de llegar a la edad de jubilación, tuvo que ser llevado ese mismo día al médico por un dolor en el pecho y, desde entonces, permanece de baja tras sufrir lo que aparentan ser 14 meses de acoso y derribo.

De momento, el coronel jefe de la Comandancia de València no ha abierto el correspondiente expediente disciplinario contra el comandante investigado, a pesar de las gravísimas y contundentes conclusiones a las que llega el instructor de la información reservada, un teniente coronel que ha tomado declaración a 19 personas -18 oficiales, suboficiales y agentes de la Guardia Civil y una trabajadora del cuartel- y ha examinado cuatro informes distintos para llevar a cabo la investigación.

Incluso la asociación profesional Unión de Oficiales de la Guardia Civil ha recriminado públicamente al coronel su actitud, por no haber informado de las conclusiones de la información reservada pese a ser él quien ordenó su apertura en octubre pasado tras solicitar el capitán la puesta en marcha del protocolo de acoso laboral por soportar lo que el instructor califica, sin ambages, de situación de «menoscabo, desprecio y descrédito de su persona ante terceros», algo que le ha llevado «a vivir en desasosiego, tensión e impotencia».

Pero, al parecer, no solo el capitán y los tenientes bajo su mando -uno de ellos incluso tuvo que cambiar de destino y compañía por la actitud del comandante- han sido blanco de su «falta de autocontrol». La información reservada recoge el testimonio de un oficial y un suboficial que fueron testigos de una salida de tono del comandante investigado que llegó, según ellos, a decir de la alcaldesa de Paiporta «esta comunista qué se ha creído» y «esta me va a comer el nabo» por instalar una feria de atracciones infantil en un solar municipal contiguo al cuartel de esta localidad, algo que el comandante trató de impedir por todos los medios, sin conseguirlo.

«Conductas anómalas»

El teniente que pidió a la Comandancia que investigase la actitud del comandante afirma que sus «conductas anómalas» y su «inestabilidad emocional» se agudizaron a su vuelta de las vacaciones, en verano pasado. De hecho, la situación de tensión con el Ayuntamiento de Paiporta alcanzó su punto más grave precisamente a finales de octubre pasado, con motivo de la feria citada. Todos los oficiales afirman en sus declaraciones ante el instructor que, antes de la llegada del comandante investigado, que asumió la jefatura de la compañía de Paiporta en agosto de 2017, las relaciones institucionales con el consistorio de ese municipio y con los del resto que se encuentran en su demarcación han sido siempre exquisitas.

En el escrito enviado por ese oficial a la Comandancia se detalla que, tras ese incidente, acudió al cuartel el teniente coronel de operaciones de València, puesto al corriente por el jefe de Paiporta. Según el teniente, fue llamado al despacho de su superior en presencia de ese teniente coronel y que en ese momento le explicó a este último que percibía «animadversión del comandante hacia la alcaldesa» y que había convertido el asunto de la feria «en algo personal». El teniente coronel, según afirma el denunciante, propuso que se fueran los tres a tomar café para rebajar la tensión. Según el escrito del teniente, en esa conversación en el bar, el comandante, ante él y el teniente coronel, habría contado que nada más llegar a Paiporta había ido a ver a la alcaldesa y le había pedido que «le mandara al electricista del ayuntamiento» a su vivienda en el cuartel, a lo que a edila le respondió que si hacía eso le tendría que cobrar, ya que de lo contrario estaría prevaricando y que, después de eso, había ido en 4 ocasiones a visitarla sin ser recibido. El teniente agrega que el comandante le habría justificado «la ausencia total de comunicación con la alcaldesa» en esos dos episodios.

Filtración interna de parte de la investigación

El teniente coronel que ha instruido la información reservada advierte de que alguien de la Comandancia de València habría filtrado al comandante investigado el informe aportado el 9 de noviembre por el capitán denunciante, la supuesta víctima del acoso laboral. El instructor pone de relieve -para sustentar esa sospecha- que, solo cuatro días después de recibir ese informe, cuyo contenido era confidencial y al que solo debía de tener acceso el propio investigador, el comandante entregó su propio informe -fechado el 25 de octubre pero entregado y registrado el 13 de noviembre- rebatiendo puntos que aparecían en el del capitán, lo que evidencia, a su juicio, que sabía de su contenido literal.