El equipo policial encargado de la investigación de la muerte el pasado lunes de un menor de 12 años en su casa de València está barajando la posibilidad de que el fatal desenlace fuera fruto de un accidente mientras el niño jugaba solo en su dormitorio y no de un suicidio como parecía en un primer momento. Fue el padre del menor, que estudiaba 6º de Primaria en un colegio público de la ciudad, quien se lo encontró sin vida en el suelo de la habitación cuando volvió a casa en la tarde noche del lunes.

El padre pidió ayuda al 112 y la Policía Local fue la primera en llegar a la vivienda. Al ver que el niño no respondía requirieron de urgencia una ambulancia del SAMU. El equipo sanitario que se desplazó no pudo reanimar al pequeño pese a intentarlo durante casi una hora. El cuerpo sin vida fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de València (IML) donde el martes se le realizó la autopsia. Según el informe preliminar de los forenses, el niño murió por una asfixia mecánica.

El grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que se ha hecho de la investigación, se inclina por la teoría del accidente mientras el niño jugaba con una cuerda y no por la teoría de que se quitó la vida voluntariamente. Aún así, el equipo investigador va a analizar los dispositivos electrónicos a los que pudo tener acceso el pequeño, como su consola de videojuegos, para descartar que nadie pudiera haberle empujado a realizar la acción. Sus padres, sin embargo, no tenían sospechas de que el pequeño pudiera estar siendo víctma de acoso por parte de otros menores.