El juez de Instrucción número 5 de Catarroja ha encarcelado a otros cuatro detenidos por la Guardia Civil por su presunta vinculación con el cargamento de 1.861 kilos de cocaína que supusieron el intento de secuestro del camionero que los transportaba, en junio de 2020, en València cuando los narcos trataron de recuperar la droga al ver que se les escapaba, tal como publicó entonces en exclusiva Levante-EMV.

En su momento, agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de València detuvieron a cuatro hombres acusados de aquel intento de secuestro un año después de ese hecho. Los cuatro fueron a prisión pero actualmente se encuentran en libertad provisional, esto es, acusados de ese intento de detención ilegal y de un delito de tráfico de drogas a gran escala, a la espera de juicio, que ahora, con los nuevos arrestados, se alejará en el tiempo.

Los últimos detenidos esta misma semana, que también son cuatro y entre los cuales se encuentra el considerado como hombre de confianza del narco holandés supuestamente propietario del flete de esas casi dos toneladas de cocaína desde Colombia hasta el puerto de València, son producto, una vez, de los tesoros que está brindando a las agencias antinarcóticos europeas el desencriptado del sistema de telefonía Sky.

De nuevo, los mensajes de Sky

Como ha venido publicando este diario, ese sistema de encriptado, de origen holandés, fue destripado por especialistas de las policías francesa, belga y neerlandesa en marzo de 2021. Casi 900 millones de mensajes cruzados con absoluta impunidad entre narcos, terroristas y criminales de las mafias más sanguinarias y activas del mundo, convencidos de que nadie los vería jamás, quedaron al descubierto. 

Desde entonces, las operaciones policiales se han sucedido en todo el mundo y, por supuesto, también en València, gracias a las órdenes europeas de investigación (OEI) expedidas por el magistrado francés que canaliza el envío de los paquetes de información a cada país donde se detecta actividad criminal a través de la mensajería de Sky.

Y esta es una de ellas. Las conversaciones analizadas han permitido destapar el segundo nivel de aquella macroimportación de cocaína.. Los cuatro primeros detenidos habrían sido los encargados de rescatar el cargamento antes de su salida del puerto.

Recuperar la droga como fuese

Pero algo falló, y el camionero que acabó cargando el zumo de piña empaquetado que llevaba el contenedor como carga legal no era el que estaba a sueldo de la organización. Los ‘rescatadores’ empezaron a seguir entonces el camión hasta que paró en una gasolinera de la pista de Silla, muy cerca de la empresa valenciana a la que iba dirigida la carga legal. Ni el transportista ni la fábrica de zumos sabían de la existencia de a droga.

El camionero fue abordado por cuatro desconocidos que, primero, intentaron sobornarle para que se diera una vuelta mientras ellos abrían el contenedor y cogían las bolsas con la cocaína. Pero el hombre se negó en redondo, así que pasaron a las amenazas, primero, y, cuando estas no surtieron efecto, a la acción. Así, empezaron a forcejear con él con la intención de meterlo en la furgoneta que llevaban para cargar la droga y secuestrarlo para poder llevarse el camión y descargarlo en un lugar más discreto.

Pero el empleado de la gasolinera vio la escena y llamó a la Guardia Civil. Los cuatro presuntos implicados en esos hechos fueron detenidos por las patrullas que acudieron al lugar y, al abrir el contenedor, los agentes se toparon con las bolsas repletas de cocaína en ‘ladrillos’ de un kilo cada uno.

El 'notario' del holandés

El caso pasó a manos del EDOA, pero no hubo progresos, hasta la llegada de los mensajes de Sky, que les ha permitido establecer no solo quién era el hombre de confianza del holandés –en paradero desconocido desde hace un año y buscado por las policías de media Europa– en esa operación de narcótráfico, y de quien ahora tienen constancia no solo de que siguió al camión y a los rescatadores desde la salida del puerto hasta la gasolinera, sino también después, a la Guardia Civil, cuando custodiaba el vehículo de regreso al recinto portuario para ser inspeccionado en un sitio seguro.

Además de ese ‘notario’ del neerlandés, han sido detenidos tres de sus presuntos colaboradores, entre ellos el dueño de una cafetería del valenciano barrio de Ayora, en cuyo interior los agentes del EDOA han recuperado una importante cantidad de dinero.

Esta operación contra el tráfico de drogas a gran escala fue desarrollada a primera hora del pasado martes, de manera simultánea, en los domicilios de los cuatro sospechosos, en València y otros municipios próximos. Los cuatro ingresaron el jueves en la cárcel de Picassent por orden del juez de Instrucción número 5 de Catarroja, a instancias del fiscal, después de analizar las pruebas en su contra incluidas en el atestado policial y de que se negaran a declarar.