El parricida de San Marcelino alega que vio morir a su madre "en un sueño"

El juez acuerda el ingreso en prisión provisional de Javier F. S., de 37 años, quien no reconoce el crimen

Agentes de la policía científica acuden al domicilio de San Marcelino para realizar la inspección técnico policial.

Agentes de la policía científica acuden al domicilio de San Marcelino para realizar la inspección técnico policial. / Ignacio Cabanes

El Juzgado de Instrucción número 15 de València ha acordado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin posibilidad de fianza, del hombre detenido por matar a su madre, de 68 años, en San Marcelino la madrugada del pasado jueves. El presunto parricida, que inicialmente reconoció a los agentes que lo trasladaban a dependencias policiales haber estrangulado a su progenitora, niega ahora el crimen.

Según la versión que ha dado tras ser puesto a disposición judicial, no sabe realmente qué ocurrió esa noche y apenas tiene un vago recuerdo, que describió como «un sueño», en el que ve morir a su madre. Javier F. S., de 37 años, tendrá que ser evaluado por los forenses de la unidad de Psiquiatría del Instituto de Medicina Legal de València, quienes determinarán si padece algún tipo de trastorno o sus manifestaciones responden más bien a un relato preparado para tratar de ocultar su crimen.

El presunto parricida estaba tomando medicación por una depresión tras no haber superado una ruptura sentimental. Además, tenía frecuentes discusiones con su madre, pero niega que en una de ellas acabara con su vida. 

El crimen, que adelantó Levante-EMV en su edición digital, fue descubierto por el hijo mayor de la víctima, quien se encontró el cuerpo sin vida de su madre tendido en la salita cuando regresó a la una y media de la mañana de su trabajo como vigilante. Su hermano pequeño estaba encerrado en una habitación con la puerta atrancada con muebles. En la casa se encontró el palo roto de una fregona, con la que habría golpeado a su madre.

La autopsia determinará si la mujer murió como consecuencia de los golpes, efectuados con algún objeto más contundente que este palo, o si como realmente confesó a los agentes de la Policía Local que lo detuvieron, fue estrangulada.

El arrestado tuvo que ser trasladado a la unidad de Psiquiatría del Hospital La Fe horas después de su detención tras protagonizar un incidente violento en los calabozos de la Inspección Central de Guardia (ICG) de Zapadores. No obstante, tras ser evaluado por los médicos del centro se determinó que estaba en condiciones de prestar declaración y en la tarde de hoy ha sido puesto a disposición del juzgado de guardia.

El juez de Instrucción 15 de València ha acordado la prisión provisional, aunque la causa abierta por un delito de homicidio la instruye el Juzgado número 13 de València, en funciones de guardia cuando se produjo el parricidio.