Multitudinaria despedida al guardia civil fallecido en acto de servicio en Turís

El agente Francisco Ramón Montes murió el pasado lunes tras sufrir un accidente de tráfico

Marina Falcó

Marina Falcó

Despedido con todos los honores y entre una multitud de compañeros, familiares y allegados. Así fue el funeral por el agente de la Guardia Civil, Francisco Ramón Montes Félix que falleció el pasado lunes por la mañana en un accidente de tráfico mientras se encontraba de servicio.

Decenas de miembros del instituto armado, Policía Nacional y Policía Local de València se desplazaron hasta la capilla ardiente situada en el acuartelamiento de Benimaclet y posteriormente, hasta la iglesia de Capitanía General donde se celebró la misa funeral por Montes, quien estaba destinado en el Destacamento Valencia-A del Subsector de Tráfico de Valencia.

Además, en el acto de despedida estuvieron presentes numerosas personalidades de la política y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado como la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé; el director general de Tráfico, Pere Navarro; Raquel Ibáñez, subdelegada del Gobierno en Valencia; del director general de Interior de la Generalitat, Salva Almenar, y la jefa provincial de Tráfico, Pilar Funez.

Hasta la capilla ardiente se desplazó también la directora general de la Guardia Civil, Mercedes González que quiso transmitir su pésame a los compañeros y familiares de Montes.

Con 25 años de pertenencia al cuerpo, Francisco Ramón Montes perdió la vida mientras se encontraba en acto de servicio en plena operación retorno de la Semana Santa, una de las más complicadas del año.

Un giro indebido

El desgraciado accidente tuvo lugar el pasado lunes por la mañana en la carretera CV-415 a la altura del municipio valenciano de Turís. Un hombre de nacionalidad inglesa llevó a cabo un giro indebido, colisionando de manera frontal - lateral contra la motocicleta en la que circulaba el agente y que quedó destrozada por la brutalidad del impacto.

Montes, de 53 años, era un miembro muy apreciado entre sus compañeros que se han mostrado "devastados" por su muerte. Quienes trabajaban con él destacan su gran calidad humana, su prudencia y la capacidad de permanecer siempre alerta durante duras jornadas de trabajo.