Juzgan a una médico por negarse a atender a un paciente que se estaba muriendo a escasos metros

La acusada, que se enfrenta a un año y medio de inhabilitación, reconoce que no podía abandonar su puesto de trabajo y que lo volvería a hacer

La médica acusada de omisión del deber de atender a un paciente cuando se estaba muriendo.

La médica acusada de omisión del deber de atender a un paciente cuando se estaba muriendo. / Ignacio Cabanes

Emilio Núñez, de 65 años, se encontraba convulsionando en su domicilio de la calle Juan Llorens de València y había entrado en parada cardiorrespiratoria cuando uno de sus hijos se acercó al Punto de Asistencia Sanitaria situado justo enfrente para pedir asistencia urgente, mientras otro hijo hacia lo propio llamando al teléfono de Emergencias 112. No obstante, la médico de atención primaria que se encontraba de guardia de asistencia exterior en dicho centro se negó a salir para asistir a dicho paciente, pese a encontrarse a escasos 50 metros del servicio, y el hombre acabó falleciendo por un insuficiencia cardio-respiratoria.

Ahora esta facultativa se enfrenta a un año y medio de inhabilitación y al pago de 4.500 euros de multa acusada de un delito de omisión del deber de socorro por denegación de asistencia sanitaria. Es la pena que solicita el Ministerio Fiscal en el juicio que ha comenzado esta mañana ante un jurado popular. En concepto de responsabilidad civil pide que la médico indemnice con 90.000 euros a la viuda y los tres hijos del fallecido.

La acusada, de 36 años y nacionalidad paraguaya, alega que no podía abandonar su puesto de trabajo y que se limitó a seguir las normas establecidas. “Me quedé a la espera de que se me avisara por el TETRA si me requerían”, ha insistido una y otra vez la facultativa, que se encontraba durmiendo cuando fue requerida por la enfermera, quien le dijo que había una persona en la puerta alertando de que su familiar se estaba muriendo.

La médico solo le preguntó si había avisado al 112 y siguió descansando al obtener una respuesta afirmativa. Así reconoce que no hizo ninguna gestión más para comprobar como se encontraba dicho servicio, la situación del paciente o si ya estaban en camino los servicios médicos de urgencia. Y hoy en sala ha confesado ante las preguntas del fiscal, que volvería a actuar de igual forma.

La acusada, que cabe recordar que estaba de guardia de asistencia exterior, ha argumentado que solo hubiera salido a atenderlo si hubiera estado en la misma puerta. “¿Por qué iba a atender a un paciente que está a 50 metros y no a uno que estuviera a 500?”, ha esgrimido.

La facultativa estaba durmiendo en la zona de descanso y no tuvo ningún aviso esa madrugada

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 22 de septiembre de 2019 cuando la acusada se encontraba de servicio en el centro sanitario de Juan Llorens, como médico de asistencia exterior. La médico estaba durmiendo a la espera de recibir los avisos del CICU. Su defensa sostiene que la acusada se mantuvo a la espera de recibir el aviso del CICU y que actuó bajo la creencia de que la asistencia a esta persona ya se estaba prestando y que no podía abandonar su puesto de trabajo.

El fiscal ha remarcado que la acusada tenía la obligación legal de un médico de guardia de asistir a un paciente, y la posibilidad de ello, ya que no tuvo ningún servicio esa madrugada, según consta acreditado. De hecho, estaba durmiendo cuando la enfermera le avisó de la situación de esta persona que se estaba muriendo. “Solo tenía que cruzar una calle y se desentendió totalmente del paciente”. Asimismo, respecto al hecho en el que se ampara la defensa, que la muerte de esta persona, que había sido operado del corazón diez días antes, se habría producido igualmente aunque la médico hubiera acudido al servicio, la Fiscalía mantiene que si bien no podía haberle salvado sí que podía haberle auxiliado y acompañado como era su obligación como médico en esos últimos momentos de su vida.

Por su parte, la defensa de la facultativa sostiene que la trayectoria profesional de su patrocinada es intachable y siempre ha sido valorada positivamente por compañeros y pacientes. En un extenso escrito de defensa ha detallado el funcionamiento del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) y ha achacado la posible deficiente asistencia al fallecido esa madrugada a la propia administración.