Prácticas

Delincuentes virtuales, fuego real

La Comisaría Provincial de Alicante estrena una nueva galería de tiro virtual para el entrenamiento que permite a los agentes realizar prácticas con munición real y disparar a una pantalla donde se recrean todo tipo de situaciones a las que se pueden enfrentar

Galería de tiro única para la Policía Nacional.

Galería de tiro única para la Policía Nacional. / PILAR CORTÉS

Es como un videojuego de la PlayStation pero con fuego real. La Policía Nacional de Alicante ha modernizado su galería de tiro con la incorporación de una tecnología puntera en España que permite a los agentes realizar entrenamientos virtuales pero disparando sus armas reglamentarias contra una pantalla de látex en la que se recrean en imágenes atracos, secuestros y cualquier otro incidente que pueda surgirles en su vida diaria de trabajo.

Esta nueva tecnología está disponible ya en 26 galerías de tiro de la Policía Nacional repartidas por todo el país. Es un sistema que sólo lo tiene la Policía Nacional en España y fuera del país también se utiliza en Alemania y Arabia Saudí, según Pedro Picazo, uno de los instructores de tiro de la Comisaría Provincial de Alicante.

Su coste aproximado es de unos 100.000 euros y para el próximo año está previsto abrir otras veinte galerías más en comisarías de otras provincias. Cuenta con un proyector y diferentes cámaras, una de ellas térmica para el fuego real o airsoft y otras tres con sensores para los cartuchos de láser o con linterna.

A diferencia de otros sistemas virtuales donde se utilizan réplicas de armas oficiales con láser o tipo airsoft para el entrenamiento de los agentes -que también se emplean aquí-, la novedad de la galería virtual de la Policía Nacional es la posibilidad que tienen los policías de usar su arma reglamentaria con fuego real.

Los instructores de tiro de la Policía Nacional pueden diseñar varios tipos de prácticas adaptadas a las necesidades específicas de las diferentes unidades policiales. El programa permite realizar ejercicios de tipo estático o precisión y también en movimiento.

Los policías, que deben realizar obligatoriamente una práctica de tiro cada tres meses, entran a la galería de tiro y mientras que antes disparaban a dianas de papel o a una proyección fija en la pared, ahora la simulación es total y les proyectan situaciones reales o cotidianas en sus funciones policiales.

Recreación

La recreación es tan real que el sistema permite a los policías interactuar con los delincuentes que salen en la pantalla. Así, en una de las prácticas se puede apreciar cómo van saliendo diferentes personas en situaciones delicadas o de peligro, como un encapuchado que amenaza a un rehén con un arma.

El policía puede hablar con el secuestrador y pedirle que suelte al rehén o que deje el arma en el suelo. La respuesta del delincuente sólo la saben los instructores de tiro de la Policía y el agente tiene que estar preparado para abrir fuego ante una probable agresión. Si la pantalla se pone en rojo el agente que practica ya sabe que ha fallado y ha sido abatido por el delincuente.

El instructor adapta los ejercicios a las necesidades de cada unidad policial y todo se basa en un sistema informático que proyecta todo tipo de imágenes y secuencias de vídeo. Los delincuentes virtuales reaccionan según donde impacten los disparos de los agentes gracias una cámara térmica, en el caso de fuego real, y a otras tres cámaras para sistema láser o linterna.

Cien disparos por segundo

Según la Policía, este sistema tiene la capacidad de detectar hasta cien disparos por segundo, con una precisión inferior a diez milímetros para fuego real.

El programa admite secuencias de disparos de múltiples tiradores simultáneamente, tanto en fuego real como en modo virtual, y además permite discriminar entre los tiradores. Asimismo, cuenta con efectos de sonido y de vídeo para alterar las condiciones de ejecución de los ejercicios de tiro.

Los ejercicios de tiro virtual permiten disparar sobre blancos en movimiento y recrear situaciones prácticamente reales con capacidad de adaptarse tanto a las necesidades del personal como de las diferentes unidades policiales.

Uno de los ejercicios de tiro del programa se refiere a un control de tráfico donde se acerca una moto. El policía tiene que interactuar con el motorista virtual y tras darle el alto le pide que se baje del vehículo. A continuación le dice que levante las manos y el agente tiene que estar pendiente de su reacción, por si la respuesta del motorista es sacar un arma, en cuyo caso responde con su pistola reglamentaria.

Zonas vitales

Si el delincuente amenaza al policía con un arma de fuego el disparo debe ir dirigido a zonas vitales para eliminar el peligro, pero si porta un cuchillo el programa acepta los tiros en otras partes del cuerpo, como las piernas.

El panel de látex instalado para la proyección de las imágenes está preparado para recibir hasta 50.000 impactos de bala. Los proyectiles que atraviesan el panel se frena a continuación con tiras de caucho de rodamientos de los aviones.

Este proyecto se enmarca dentro del plan de recuperación, transformación y resiliencia, que se financia con los fondos NexGeneration de la Unión Europea, y refuerza el compromiso del Cuerpo con la innovación y la transformación digital de la Policía Nacional.

Conforme van disparando los agentes durante sus prácticas, el programa va recabando los resultados y al finalizar el instructor muestra al policía los aciertos y fallos de los tiros efectuados. Según la Policía, cuentan con un sistema de gestión que se integra en bases de datos y permitirá la cumplimentación automática de la documentación relativa al Plan Nacional de Tiro de la Policía Nacional, lo que optimizará la gestión y ejecución de dicho programa.

Entre 30 y 40 policías pasan a diario por esta galería y la demanda es mucho mayor desde la incorporación del nuevo sistema. El estreno de esta galería virtual redundará claramente en beneficio de los policías nacionales de la provincia de Alicante, los cuales dispondrán de un mejor adiestramiento en el uso de las armas de fuego en las situaciones de su trabajo diario donde se vean obligado a utilizarlas.

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