"Lo siento señoría, me he fugado porque me quieren cargar el muerto"

La jueza acuerda el ingreso en prisión de los cuatro jóvenes arrestados por el asesinato del ‘Zobe’ en Benetússer

El presunto autor material del disparo logró escapar del furgón policial, pero fue detenido enseguida por la Guardia Civil

Uno de los detenidos por el asesinato del ‘Zobe’ se fuga del furgón en los juzgados de Catarroja

Ignacio Cabanes

Los cuatro detenidos por el asesinato de David Giménez, alias ‘El Zobe’, cometido el pasado 11 de octubre en una calle de Benetússer en un presunto intento de robo de pastillas de éxtasis, ingresaron ayer en prisión por orden de la jueza de Instrucción número 3 de Catarroja, que ha dirigido la investigación llevada a cabo por el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valéncia, que culminó con los arrestos de los cuatro acusados, como adelantó en exclusiva Levante-EMV.

El pase a disposición judicial de los detenidos estuvo marcado por la fuga de uno de ellos, precisamente el que las investigaciones de la Guardia Civil apuntan como presunto autor material del disparo en el corazón que acabó con la vida del joven de 31 años. «Lo siento señoría, me he fugado porque me quieren cargar el muerto», se ha disculpado Josete V. A. tras ser llevado ante la jueza después de ser arrestado de nuevo en una calle próxima a los juzgados de Catarroja.

El presunto homicida, de 24 años, se fugó del furgón policial mientras permanecía a la espera de ser subido a declarar ante la jueza de Instrucción número tres de Catarroja. El joven, tal como adelantó en exclusiva este diario, logró escaparse por una ventanilla y salió huyendo a la carrera, esposado y descalzo, tras perder las zapatillas por el camino.

El fugitivo no pudo huir muy lejos y fue arrestado de nuevo en una calle próxima. Los agentes de la Guardia Civil también apresaron a un menor de edad acusado de presuntamente de haber intentado ayudarle a escapar, aunque los familiares del detenido negaron que estuviera allí para ofrecer cobertura al presunto homicida y aseguran que ni se conocen.

Tres de los cuatro detenidos prestaron declaración y el cuarto, de nacionalidad polaca, se acogió a su derecho a no declarar. El primero de ellos en comparecer ante la jueza fue Abel, un joven de 20 años que conocía a la víctima y que presuntamente actuó como intermediario al haber quedado con él esa noche, según prueban las conversaciones de Whatsapp halladas por los investigadores en el teléfono del fallecido.

Otro de los detenidos es el conductor del Ford Fiesta, de color gris, que utilizaron los presuntos homicidas para huir del lugar. David, de 28 años, mantiene que se quedó en todo momento en el vehículo y acusa indirectamente a Josete, al asegurar que cuando regresaron al coche éste portaba la pistola en las manos.

La fuga de Josete

Por su parte, el principal encausado, al que testigos de referencia también atribuyen la autoría del disparo, negó haber matado al ‘Zobe’ y alegó que había quedado con él para comprarle mil pastillas. Además, sostiene que llevaba el dinero encima para pagarle por la mercancía y que no había contado nada de lo ocurrido porque le amenazaron de muerte.

Eran las 11.30 horas de la mañana cuando un joven esposado y con las zapatillas sin cordones pasaba veloz como un gamo por delante de periodistas y familiares. Se trataba de uno de los detenidos, que había logrado escapar del furgón mientras se encontraba declarando el primero de los cuatro arrestados.

Para evitar que los detenidos pudieran comunicarse en los calabozos, la Guardia Civil había dispuesto un dispositivo para ir a sacando uno por uno a los arrestados conforme fueran declarando, permaneciendo mientras tanto en el furgón del servicio de conducciones.

En uno de los tres vehículos estacionados en la plaza Corts Valencianes, en un lateral de los juzgados de Catarroja, se encontraba el presunto autor material del disparo que acabó con la vida del ‘Zobe’. Instantes antes de fugarse, el presunto homicida comenzó a propinar fuertes golpes en el interior del vehículo policial.

Pese a ponerle el aire acondicionado el joven siguió dando golpes, sin que los agentes encargados de su custodia le dieran mayor importancia. Así, en un momento dado, el arrestado, que estaba esposado, logró salir del área del vehículo habilitado como celda al pasillo que separa esa zona de la cabina, para lo cual se escurrió por el ventanuco que permite a los agentes ver a los detenidos. Una vez en ese pasillo, se metió en la cabina y salió a través de la ventanilla del conductor, que daba a la acera, evitando así que pudieran verle los guardias que estaban en el lado contrario.

De hecho, la decena de agentes que formaban parte del operativo de custodia de los detenidos no se percató de la fuga, precisamente al encontrarse en el lado opuesto, hasta que los propios periodistas de Levante-EMV que estaban cubriendo la noticia del pase a disposición judicial de los arrestados por el homicidio alertaron inmediatamente de que uno de ellos se estaba escapando a la carrera.