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La economía valenciana ante 2019

La economía valenciana ante 2019

La Comunitat Valenciana ha logrado recuperar sus niveles de producción previos a la crisis gracias a un ritmo de crecimiento económico superior a la media nacional. Sin embargo, aunque la economía valenciana ha crecido a una tasa anual superior al 3% en el periodo 2014-2018, convirtiéndose en una de las principales regiones motoras de la recuperación española, la desaceleración económica es una realidad y un reto al que la Comunitat debe enfrentarse en los próximos años.

Es preciso destacar tres de los aspectos que han favorecido al crecimiento de la economía valenciana durante el pasado año. Uno, la inversión empresarial ha crecido con fuerza en el territorio. Buena muestra de ello es que el ritmo de crecimiento de las importaciones valencianas en bienes de equipo y maquinaria duplica el comportamiento nacional y la superficie visada para la construcción de nuevos edificios no residenciales (centros comerciales, almacenes, naves industriales y oficinas) es el doble que el año anterior. Dos, la reactivación de la demanda inmobiliaria es una realidad. Más de 90.000 viviendas se han vendido este año, una cifra que supera con creces el mínimo de 47.000 en 2011. Además, el 15% de las transacciones inmobiliarias en España ha sido en viviendas localizadas en la Comunitat, muestra del interés de los inversores por el capital inmobiliario valenciano. Y tres, la inversión en obra pública refleja un dinamismo superior al conjunto del país, en concreto por las inversiones realizadas por el Estado. El compromiso del Gobierno para desarrollar las infraestructuras que forman parte del Corredor Mediterráneo puede explicar parte de los 700 millones de euros que se han licitado en los primeros tres trimestres de 2018 y que ya superan todo lo licitado en 2017.

Sin embargo no todo es color de rosa y, entre otros, hay tres aspectos en los que la economía valenciana debe mostrar especial atención en el corto plazo: el mercado de trabajo, el comportamiento de las exportaciones y su nivel de deuda pública.

Empleo

En el primero de ellos hay que destacar que la Comunitat Valenciana ha seguido creando empleo con intensidad (70.000 nuevos puestos de trabajo en 2018), lo que se traduce en que ha sido, junto a Madrid, la región con mayor tasa de crecimiento del empleo. Esta cifra, pese a ser positiva, no debe esconder la realidad. Estos nuevos empleos se han generado principalmente en el comercio y la hostelería, y no en sectores productivos más intensivos en tecnología y conocimiento. Además, a diferencia del nivel de producción, el empleo todavía tiene un largo recorrido para recuperar sus niveles pre-crisis. En la actualidad la tasa de paro es del 15,7%, ligeramente superior a la media nacional, y con dos aspectos muy negativos: el paro juvenil (1 de cada 5 personas entre 16 y 34 años no encuentra empleo) y los parados de larga duración (casi la mitad de los desempleados llevan más de un año buscando trabajo).

Respecto al comercio exterior se observa un estancamiento de las exportaciones de bienes no energéticos. Si bien la mayoría de los productos valencianos ha aumentado sus ventas hacia el exterior, el sector de la automoción ha supuesto un freno. Las exportaciones valencianas de automóviles y sus componentes han caído más de un 10% el último año, influidas principalmente por el descenso de las ventas dirigidas al Reino Unido (uno de los principales mercados del sector valenciano de la automoción), situación que puede intensificarse por los efectos de la aplicación del brexit.

Y por último, la Comunitat Valenciana sigue cargando sobre sus hombros 46.300 millones de deuda regional (41,7% de su PIB, el mayor de las autonomías españolas), lo que se convertirá en un serio problema si algún día los tipos de interés vuelven a subir, ya que una parte importante de los ingresos públicos no se destinarán a la educación o sanidad pública, sino a hacer frente al coste de la deuda. La situación es tal que, incluso ahora que la recaudación está aumentando, la Comunitat sigue generando déficit año tras año. Y todo ello gastando menos que el resto de comunidades. La explicación es que la Comunitat deja de ingresar más de 600 millones de euros anuales (si se compara con la media de comunidades) y más de 3.000 (si se recibiera el mismo trato que la región mejor financiada) como consecuencia de un modelo de financiación autonómica injusto, caducado ya más de cinco años, y cuya reforma es muy urgente.

Estar preparada

Teniendo en cuenta lo sucedido en 2018, la Comunitat Valenciana debe estar preparada para lo que viene en 2019. Las previsiones esperan que la economía valenciana siga creciendo pero, al igual que sucederá en el resto de España, este crecimiento será más moderado y más próximo al 2% que al 3%. Aun así, este ritmo de crecimiento debe permitir que el empleo valenciano siga creciendo, de forma que entre 2018 y 2019 más de 110.000 valencianos dejen de ser desempleados y la tasa de paro se reduzca hasta el 12,5%.

Las turbulencias del entorno, tales como la competencia internacional de otros destinos turísticos, el menor consumo nacional derivado del menor ritmo de creación de empleo y el agotamiento de la demanda embalsada durante la crisis de bienes de consumo duradero, son aspectos que pueden condicionar el crecimiento económico de la Comunitat.

Además, la economía valenciana también debe estar preparada para hacer frente a otros riesgos: la incertidumbre política nacional por las dificultades en la aprobación de los Presupuestos Generales y el posible adelanto de las elecciones, los efectos del brexit y las tarifas arancelarias de EE UU a los productos europeos€.

Los retos en el corto plazo de la Comunitat Valenciana son: mantener un crecimiento sostenible que le permita recuperar el empleo perdido durante la crisis. Las ventajas de su localización, el aprovechamiento del abundante capital humano cualificado que dispone y la incorporación de tecnología y conocimiento en los procesos productivos son algunos de los factores que conducen al éxito. Ser más competitivos es el único camino para alcanzar estos objetivos.

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