Competir con los cosméticos y productos de belleza de grandes marcas consolidadas y multinacionales no es fácil. RNB, un negocio artesanal iniciado en 1989 por los farmacéuticos valencianos Vicente Ruiz Baixauli y Romualdo Bertomeu, lo ha conseguido. A los 26 años, recién licenciados, crearon laboratorios Babé hasta que Juan Roig se cruzó en su camino. En la actualidad el 90 % de su producción es para Mercadona, aunque tuvo unos orígenes muy humildes: RNB se puso en marcha en la rebotica de la farmacia del padre de Romualdo, en apenas cuatro metros cuadrados. La empresa crecía y se trasladó a una oficina de 70 metros cuadrados en Massanassa para poder investigar. «Romu se puso a hacer 'cremitas' y las vendíamos a nuestro entorno familiar más cercano, a amigos y clientes del pequeño negocio...», recuerda muchos años después Vicente Ruiz desde el showroom de la moderna factoría instalada en la Pobla de Vallbona, el cuartel general de una compañía que este año prevé llegar a los 102 millones de euros de facturación, con una plantilla de 650 trabajadores y de la que un 75 % son mujeres.

Cuatro años después de empezar pasaron a producir 120 kilogramos al año de cosméticos y dieron el gran saldo adelante cuando en 1994 RNB se convierte en proveedor de Mercadona. Hasta entonces tenía que acudir a proveedores de Italia e Israel. «Juan Roig -explica el copropietario de RNB- quería que le vendiéramos cosméticos a la gente que entra a sus tiendas, hasta entonces sobre todo de alimentos y bebidas, con una buena imagen y al precio más competitivo. Esas fueron sus reglas». Y no les ha ido mal. «Conseguimos que en los carros de la compra de los supermercados, además de pollos, sandías o galletas también estuvieran nuestras fragancias y cosméticos», apunta Vicente Ruiz. En 1999 RNB, con nueva sede ya en el Parque Tecnológico de Paterna, pasó a ser proveedor en exclusiva de Mercadona ('interproveedor' en la terminología de la cadena valenciana de distribución) para apostar por su marca blanca Deliplus. Y un lustro más tarde fue clave en la evolución del negocio de RNB porque arrancó la actividad en Pobla de Vallbona, con 120 trabajadores y con una producción de 3.000 kilogramos. Nació entonces la marca Comotú y poco tiempo después surgieron las líneas de hidratación corporal, cremas faciales Luxe Caviar o la línea de fotoprotección Solcare. Corría el año 2008.

Redistribuir la riqueza y generar empleo

empleoEn la otrora botica de Massanassa pasó de largo la crisis económica que comenzó aquel ejercicio. En 2013 RNB se consolidó en el mercado español como referente del sector de la cosmética, con 19 líneas de producción y una capacidad de 290.000 litros capaces de producir 975.000 unidades al día. Vicente Ruiz reconoce que el tirón del sector de los cosméticos tiene mucho que ver con las grandes firmas de la distribución comercial. Lo avala la consultora Kantar, que asegura que el mercado de productos de belleza dentro del supermercado ya supone el 42 % del gasto total que realizan los españoles en este sector, que no deja de generar riqueza y empleo. Y es que las empresas de distribución se han apuntado así al negocio de los cosméticos baratos con cremas a un precio asequible y comercializados bajo marcas propias. A eso ha contribuido la transformación tecnológica y la apuesta por la robótica de esta empresa.

Más allá de los productos de belleza, preocupado por la ética y la deontología empresarial, cuenta Vicente Ruiz, casado y padre de cinco hijos, que es partidario de «crear empleo y riqueza, y distribuirla», tal como mandan los cánones de la Doctrina Social de la Iglesia «y que tanto predica el papa Francisco». Así lo cita el empresario, quien «anima a dar visibilidad y transparencia» al quehacer profesional de los patronos «porque ser empresarios es servir a la sociedad». Sigue de cerca la política, valenciana y estatal. Y se implica en la Cátedra de Ética Empresal Ieco-CV de la Universitat de València, como también en los debates públicos de la sociedad y la política a través de la patronal CEV y el lobby AVE, entre otras instituciones. «A mí una sociedad excesivamente capitalista y liberal no me va. Lo fundamental es el humanismo. Somos personas, no máquinas y debemos compartir éxitos y fracasos. Tratar a los trabajadores quieres que te traten como a ti. Paco Pons (expresidente de Importaco, ya fallecido) era un buen empresario y una buena persona», rememora el dirigente de RNB.

«Hay que trabajar más la familia»

¿El futuro de RNB? Pues dice que «la empresa familiar es 'empresa' aunque también 'familiar'». Considera una «buena opción» que ni sus hijos ni los de su socio (tiene dos) pueden trabajar en RNB. «Menos líos», dice. Otra cosa es que participen en el accionariado de la compañía y asistan a consejos. Así lo establece el Protocolo Familiar sellado en esta mercantil. «Es bueno que la empresa familiar esté perfecta pero la familia también, que se hablen entre ellos cuando lleguen las Navidades porque lo importante no es solo el balance y los beneficios de la mercantil. Si se trabaja bien llegan los resultados», agrega. De hecho, este año crecerá otro 15 % la generación de empleo en su compañía. «Aquí -destaca Ruiz- cuentan las personas, procuramos retener el talento y hay promoción interna e igualdad de condiciones». Afirma que «estar embarazada no es una enfermedad laboral de las mujeres y que trabajar demasiadas horas tampoco es sinónimo de productividad y eficiencia».

1989 - 2019: Un sueño de amigos que convencieron a Roig y llega a Francia, Reino Unido, Rusia e Israel

«Nosotros éramos farmacéuticos. No empresarios ni expertos en marketing», explica Vicente Ruiz. Reconoce que «no tenía ni idea cuando era licenciado en Farmacia que iba a ser empresario». Tres décadas después todo ha cambiado. Como la vida misma. La empresa constituida en 1989 cerrará este ejercicio con una facturación de 102 millones de euros, que supone un crecimiento del 11% respecto al año 2018. El grueso de sus ventas continúan en Mercadona, si bien el proceso de internacionalización avanza. El máximo responsable de RNB reconoce que «crecer en el exterior cuesta», sobre todo en mercados consolidados como Reino Unido -donde ya tiene como cliente al gigante británico de la distribución en supermercados Tesco-, Francia (a través de grupo Casino), Rusia o Israel. Afirma que el grado de especialización y automatización de los procesos de producción es grande. En ese sentido destaca la apuesta de RNB por la I+D+i; por ejemplo en la utilización de células madre de origen vegetal para los productos de última generación en cosméticos. Cada año elabora más de 400 nuevas formulaciones. Y es tajante en la propiedad. No contempla adquisiciones para crecer. «Lo que sí tenemos son muchas ofertas de compra de RNB, sobre todo de fondos de inversión. Voy a poner un letrero en la fachada de la empresa que diga: No vendo», concluye.