La cadena valenciana Waflle Time (hora de un gofre) se ha hecho un hueco en el mercado dando un giro al concepto tradicional del dulce belga. A Carmen Peris (fundadora de la compañía) se le ocurrió durante un viaje a Bruselas combinar la receta tradicional del gofre de toda la vida con la posibilidad de añadirle salsas y dulces decorativos (toppings) por encima y hace dos años abrió su primer local. La joven, que ahora tiene 27 años, dio en el clavo. La firma ya tiene tres establecimientos situados en puntos estratégicos de València y el año pasado facturó 400.000 euros.

Lanzadera la acaba de seleccionar para su nuevo programa de aceleración al constatar el potencial de la emprendedora. «Empecé con un local pequeño y me di cuenta de que la gente se paraba a fotografiar los gofres y subía las imágenes en Instagram. Después decidí entrar en zonas con mucho paso y con locales muy atractivos para hacer fotos. Ahora estamos en Santa Catalina, en el pasaje Doctor Serra junto a Primark y acabamos de abrir en Colón frente a la tienda de Apple», indica. La estrategia es similar a la de otras compañías como Starbucks que buscan localizaciones con mucho paso de gente. El perfil de los clientes de Waffle Time es el de jóvenes de entre 18 y 35 años. «El 75 % de nuestros clientes son mujeres y al local de Santa Catalina vienen muchos turistas extranjeros. Los belgas nos han dicho que los gofres están muy buenos», asegura. Los gofres pueden ser dulces o salados. Carmen Peris apunta que su objetivo es crecer en València para después expandirse como una gota de aceite.