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El regreso esperado de Ginés Sánchez

El novelista Ginés Sánchez t.e.

La creación literaria sobrevive a másters y tesis de ganga. Hay que leer novelas, como la última de Ginés Sánchez, que traspasan el tiempo tóxico de la última hora. «En estos días todo es política; y las palabras deberían estar por encima de ese juego», sostiene este antiguo abogado convertido en un escritor de culto. Los litigios suelen dar fama y dinero, los libros imitan la satisfacción, una abstracción necesaria más particular.

Mujeres en la oscuridad confirma la evolución de un novelista de fondo, sin prisas, como aquel Ginés Sánchez (Murcia, 1967) que ganó el Tusquets de Novela 2013 con Los gatos pardos, un trepidante relato con tres protagonistas en una inolvidable noche de San Juan en Murcia. Aunque en su última novela también recurre a un trio protagonista, recuerda más a Conversación en la catedral, la tercera obra de Vargas Llosa.

Julia, Miranda y Estefanía, tres mujeres diferentes con el denominador común del amor magullado, que comparten fracasos en un viaje a Amsterdam, con una misteriosa mochila azul. Una historia intergeneracional con mucha rebeldía, donde las mujeres llevan la iniciativa de las relaciones afectivas y sexuales. «Vivimos en un tiempo en que las palabras ya no son solo palabras», reflexiona Sánchez. Empoderamiento, por ejemplo. Mujeres en la oscuridad supera el vocablo de moda y bucea en la cotidianidad de una catedrática universitaria atraída por chicos jóvenes; de una prostituta latinoamericana que desprecia el sexo; y por una veinteañera sensiblera.

«Me fascina escribir desde el punto de vista femenino, tal vez para descansar de vivir permanentemente en la mente de un hombre», explica. Y sobre la oscuridad, aclara que ha construido «tres personas que la vida las había dejado tristes y solas», y que a su manera «andaban buscando algo de luz en sus vidas».

Aún faltan unos días para que Mujeres en la oscuridad llegue a las librerías. Para hacer menos pesada la espera es recomendable acudir a la ópera prima de Sánchez, Lobisón; la historia de un adolescente autista que vive con su hermano y la novia de éste. Un libro del que Almudena Grandes dice que es una historia irresistible, con una trama original propia de un autor valiente.

Quizás porque Ginés Sánchez ama a Borges sobre todas las cosas, lee mucho a Murakami y Pedro Juan Gutiérrez, y entre Japón y Cuba visita a Faulkner o Steinbeck.

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