Geoantropología

Un antiguo aroma revela cómo huele la eternidad

Fue utilizado en la momificación de una importante mujer egipcia hace más de 3.500 años

Jarra canópica de piedra caliza de la dama egipcia Senetnay (c. 1450 a. C.)

Jarra canópica de piedra caliza de la dama egipcia Senetnay (c. 1450 a. C.) / Christian Tepper/ Museo August Kestner, Hannover.

Redacción T21

Los antiguos egipcios tenían una fórmula para el olor de la eternidad, un aroma dulce y especiado con que fue enterrada una importante mujer hace aproximadamente 3.500 años. El bálsamo revela que los faraones disponían de rutas comerciales de gran alcance hasta un milenio antes de lo que se pensaba.

Senetnay fue una importante mujer del Antiguo Egipto, perteneciente a la Dinastía XVIII, que vivió durante el Nuevo Reino (c. 1550-1070 a.C.).

Su tumba (KV42) se descubrió hace 120 años en el Valle de las Reinas, una necrópolis real situada cerca de Tebas, la antigua capital egipcia. Estaba decorada con escenas de su vida y de su culto funerario, así como con textos religiosos.

Entre los objetos hallados en su tumba se encontraban un sarcófago de madera dorada, un pectoral de oro con el nombre de su esposo, una máscara funeraria y cuatro vasos canopos, que contenían sus órganos internos embalsamados.

Los investigadores del Max-Planck-Institut für Geoanthropologie, liderados por Barbara Huber, han analizado los restos del bálsamo utilizado en su momificación y han identificado una mezcla compleja de ingredientes.

El bálsamo tenía un aroma dulce y especiado, que los investigadores han llamado "el olor de la eternidad". Este aroma se podrá experimentar en una exposición en el Museo Moesgaard de Dinamarca, donde se mostrará una réplica de su momia y de su tumba.

Mezcla original

El olor de la eternidad es una mezcla aceites, grasas, cera de abejas, resinas de árboles, betún parecido al alquitrán y, posiblemente por primera vez, de savia de los alerces.

Mientras que la mayoría de los otros fluidos de embalsamamiento de su época contenían mezclas más simples de grasas, aceites y savia, los restos de Senetnay se conservaron en una rica mezcla de sustancias, observaron los investigadores.

Este descubrimiento tiene implicaciones comerciales importantes para la época en que vivió Senetnay, de gran prosperidad y expansión para el antiguo Egipto.

Durante este período, el comercio egipcio se extendió por todo el Mediterráneo, el Cercano Oriente, África y Asia, y se establecieron relaciones diplomáticas y comerciales con otros reinos y potencias.

El bálsamo que se usó para embalsamar a Senetnay contenía una mezcla compleja de ingredientes, muchos de ellos importados de otras regiones como el sudeste asiático, sugiere esta investigación.

Esto supone que los egipcios pudieron haber tenido ciertas rutas comerciales de gran alcance hasta un milenio antes de lo que se pensaba, a través de las cuales tenían acceso a una gran variedad de productos exóticos y valiosos. Los obtenían mediante el intercambio de sus propios recursos, como el oro, el lino, el papiro, el grano o el ganado.

Ingredientes significativos

Algunos de los ingredientes del bálsamo eran:

Cera de abejas: un producto natural que se obtenía de las colmenas de las abejas, muy apreciadas por los egipcios, que las consideraban sagradas y las asociaban con el dios sol Ra. La cera de abejas se usaba para hacer velas, cosméticos, medicinas y sellar objetos.

Aceite vegetal: un líquido graso que se extraía de las semillas o frutos de diversas plantas. Los egipcios cultivaban varias plantas oleaginosas, como el lino, el sésamo, el ricino o la moringa. El aceite vegetal se usaba para cocinar, iluminar, ungir o conservar alimentos.

Grasas: los egipcios usaban grasas animales, como la manteca o la sebo, o grasas vegetales, como la manteca de cacao o la manteca de karité. Las grasas se usaban para hacer jabón, perfumes, ungüentos o pinturas.

Betún: una sustancia negra y pegajosa que se formaba naturalmente en algunas regiones por la descomposición del petróleo. Los egipcios importaban betún de Mesopotamia o Siria a través del mar Rojo o del Mediterráneo. El betún se usaba para impermeabilizar barcos, embalsamar cuerpos o hacer incienso.

Resinas de Pinaceae: sustancias aromáticas que se obtenían de las coníferas, como los pinos o los abetos. Los egipcios importaban resinas de Pinaceae del Líbano o Chipre a través del Mediterráneo. Las resinas de Pinaceae se usaban para hacer incienso, barniz o pegamento.

Una sustancia balsámica: una sustancia aromática y medicinal que se obtenía de algunas plantas o árboles. Los egipcios importaban sustancias balsámicas de Arabia o India a través del mar Rojo o del Nilo. Las sustancias balsámicas se usaban para curar heridas, aliviar dolores o perfumar cuerpos.

Resina de dammar o árbol de Pistacia: una sustancia aromática que se obtenía de algunos árboles tropicales o subtropicales. Los egipcios importaban resina de dammar o árbol de Pistacia de África oriental o India a través del mar Rojo o del Nilo. La resina de dammar o árbol de Pistacia se usaba para hacer incienso, barniz o pintura.

Significado social

Todos estos productos no solo tenían un valor económico, sino también cultural y religioso, ya que reflejaban el prestigio y la devoción de los egipcios hacia sus gobernantes y sus dioses.

El olor de la eternidad era una forma de expresar el respeto y el amor hacia Senetnay y asegurar su bienestar en el más allá, lo que habla de su estatus como miembro valioso del séquito del faraón.

Referencia

Biomolecular characterization of 3500-year-old ancient Egyptian mummification balms from the Valley of the Kings. B. Huber et al. Scientific Reports, Volume 13, Article number: 12477 (2023). DOI:https://doi.org/10.1038/s41598-023-39393-y