Arqueología / Ciencias de la Tierra

Un nuevo estudio derriba una teoría centenaria sobre Stonehenge

Revelan que la “Piedra del Altar” tendría un origen lejano y desconocido

Se abre una nueva incógnita sobre el origen de la piedra 80 de Stonehenge.

Se abre una nueva incógnita sobre el origen de la piedra 80 de Stonehenge. / Crédito: Pixabay/CC0 Public Domain.

Pablo Javier Piacente

Una nueva investigación demuestra que la piedra 80 de Stonehenge, también conocida como la "Piedra del Altar", no proviene de la misma fuente que otras piedras utilizadas en la construcción. Se cree que muchas de las piedras más pequeñas provienen de una fuente a unos 225 kilómetros al oeste de Stonehenge, pero la Piedra del Altar es diferente y puede haber sido extraída de una cantera mucho más lejana y aún no identificada.

Científicos de la Universidad de Aberystwyth, en el Reino Unido, han publicado recientemente un nuevo estudio en Journal of Archaeological Science en el cual sostienen que la "Piedra del Altar" o piedra 80, una de las más importantes entre las que componen el monumento, no tiene el mismo origen que el resto de las llamadas “piedras azules”, que provienen de la antigua arenisca roja de la cuenca anglo-galesa.

Un origen diferente

Las teorías aceptadas hasta hoy indicaban que la “Piedra del Altar” se había originado en la formación Old Red Sandstone del oeste de Gales, de forma similar a las otras “piedras azules” presentes en la construcción, un conjunto de piedras que pertenecen principalmente al área de Mynydd Preseli, también en el oeste de Gales. De esta forma, los investigadores habían acotado la procedencia de estas piedras a un origen localizado a alrededor de 225 kilómetros al oeste de la ubicación del monumento. De confirmarse la nueva hipótesis, se abriría una nueva incógnita en torno al origen de la piedra 80.

Stonehenge es considerado el monumento neolítico más emblemático a nivel global. Se localiza en la llanura de Salisbury, en el condado de Wiltshire, Inglaterra. Los arqueólogos entienden que se erigió por primera vez en el Neolítico tardío, alrededor del año 3000 antes de Cristo. Tuvo una fase inicial de construcción, seguida por otras cuatro etapas más de remodelación, la última en la Edad del Bronce Medio, sobre el año 1600 antes de Cristo.

Hasta el momento, los investigadores creían que durante la mencionada primera fase de construcción del monumento se colocaron las “piedras azules” en forma de un único anillo pétreo, entre ellas la denominada “Piedra del Altar” o piedra 80. Esto abonó la hipótesis de que todas estas piedras provenían de la misma ubicación, una fuente localizada a algo más de 200 kilómetros al oeste del monumento.

Habrá que ampliar la búsqueda

La formación Old Red Sandstone, de la cual se pensó que provenía la piedra 80, se creó hace unos 400 millones de años cuando chocaron los actuales continentes de Europa y América del Norte. Es posible hallar partes de esta formación a ambos lados del Atlántico, incluso tan al norte como Groenlandia y Noruega.

Según un artículo publicado en Phys.org, para intentar determinar el verdadero origen de la Piedra del Altar, los investigadores realizaron varios análisis, incluyendo la petrografía óptica, el análisis XRF portátil, el análisis SEM-EDS automatizado y la espectroscopía Raman, técnicas utilizadas a partir de muestras de la formación Old Red Sandstone dentro de la cuenca anglo-galesa. Una característica clave de la Piedra del Altar es su alto contenido de bario: este aspecto específico la distingue de la mayoría de las otras muestras de la formación y del resto de las piedras azules, que no contienen la misma proporción de este elemento.

Los hallazgos confirman que el contenido de bario de la Piedra del Altar es inusual: aunque otras características de las “piedras azules” coinciden con su composición, los investigadores británicos descartan que provengan de la misma fuente, en función de sus diferentes mineralogías. Esta conclusión abre una nueva gran incógnita en tomo al mítico Stonehenge, en concreto sobre el origen de la Piedra del Altar.

Para resolver el misterio, los científicos estimaron que será necesario ampliar la búsqueda geográfica y estratigráfica hacia el norte de Gran Bretaña, centrándose en la identificación de areniscas de una edad más joven.

Referencia

The Stonehenge Altar Stone was probably not sourced from the Old Red Sandstone of the Anglo-Welsh Basin: Time to broaden our geographic and stratigraphic horizons? Richard E. Bevins et al. Journal of Archaeological Science: Reports (2023). DOI:https://doi.org/10.1016/j.jasrep.2023.104215