Biología

Un hongo común y corriente puede transformarse súbitamente en una bestia carnívora

Cuando el hongo detecta a su presa, aumenta la replicación de ADN y la producción de ribosomas

Cuando llega el momento, el hongo forma estructuras que le permiten atrapar y comprimir a sus presas.

Cuando llega el momento, el hongo forma estructuras que le permiten atrapar y comprimir a sus presas. / Crédito: Laboratorio Hsueh, Academia Sínica.

Pablo Javier Piacente

Los científicos han descubierto genes que convierten un hongo pacífico en un asesino carnívoro: se trata de Arthrobotrys oligospora, una variedad fúngica que puede hallarse en muchos jardines. Según los investigadores, el "modo depredador" solo se activa completamente cuando el hongo detecta que las lombrices están cerca. En ese momento, se forman diferentes dispositivos de captura, incluidas redes adhesivas, columnas, protuberancias y anillos constrictores.

Un equipo de investigación de Taiwán y Estados Unidos, dirigido por el biólogo molecular Hung-Che Lin, de la Academia Sínica de Taipei, ha desentrañado algunos de los mecanismos que hacen posible que una variedad de hongo relativamente común se transforme rápidamente en un cazador implacable. Los científicos descubrieron que un proceso genético se activa cuando el hongo no adquiere los nutrientes necesarios, desarrollando una serie de estructuras que le permiten “devorar” las lombrices que se encuentren cerca.

Cazadores sorpresivos

Según un artículo publicado en Science Alert, el hongo Arthrobotrys oligospora, que puede crecer prácticamente en cualquier jardín y parece verdaderamente inofensivo, es capaz de transformarse en un depredador formidable cuando así lo requiere por necesidad. Aunque estas capacidades de caza se conocen desde la década de 1980, aún quedaban por descubrir los procesos exactos que permiten a este hongo alimentarse sin piedad de las lombrices que se encuentren cerca de su ubicación.

Por lo general, Arthrobotrys oligospora sobrevive en materia orgánica que ya está muerta. Sin embargo, cuando los suministros de nitrógeno escasean, se activa un mecanismo genético que desemboca en el desarrollo de estructuras destinadas a atrapar a sus presas. Los investigadores aclararon que existen otras variedades de hongos que también desarrollan mecanismos similares. Según la especie de hongo, se forman diferentes dispositivos de captura, incluidas redes adhesivas, columnas, protuberancias, anillos constrictores y otras estructuras.

De acuerdo a lo descubierto por los científicos, el modo depredador solo se activa completamente cuando el hongo detecta que las lombrices están cerca. Previamente, los investigadores identificaron la vía genética específica que otorga a Arthrobotrys oligospora su capacidad para “oler” feromonas de gusanos. Ahora también han precisado el mecanismo molecular que sigue a este desarrollo inicial.

Un proceso genético transforma a un hongo pacífico en un depredador. Crédito: Fungal-Worm Lab IMB Academia Sinica / YouTube.

Así caza un hongo

Los especialistas revelaron que una vez que el hongo detecta a su presa, aumenta la replicación de ADN y la producción de ribosomas: sería el equivalente microbiano a “prepararse” para la caza en el caso de los mamíferos. Posteriormente, en una siguiente etapa se incrementa la actividad de los genes implicados en la construcción y el funcionamiento de las trampas para lombrices.

Una vez que el hongo atrapa a su presa, utilizando proteínas que atraen a las víctimas y las inmovilizan mediante estructuras pegajosas, penetra en el cuerpo del gusano y lo digiere utilizando filamentos llamados hifas. En vez de comer masticando y tragando como lo hacemos nosotros u otros mamíferos, esta red de hifas llena el gusano desde el interior para descomponer y absorber nutrientes, transportándolos posteriormente a donde sean necesarios.

Referencia

Key processes required for the different stages of fungal carnivory by a nematode-trapping fungus. Hung-Che Lin et al. PLoS Biology (2023). DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3002400