Una cuestión de límites. La capilla de los niños investiga los límites entre lo dramático y lo narrado, lo dramático y lo cinematogáfico, entre la memoria colectiva y la memoria individual. Entre lo asfixiante y lo cotidiano. La obra parte de la hipótesis de que toda gran mentira necesita su dosis de verdad y por ello se mezclan vivencias del autor con hechos reales ficcionados. El documento, el recuerdo y la experiencia personal se hilvanan componiendo un todo que apela a la memoria del espectador y ahonda en las cloacas del Estado. Javier Sahuquillo recrea en esta obra el caso Alcásser y las preguntas sin respuestas que aún lo rodean. Y lo hace a través de un recorrido por la literatura y la autoficción. «Nos hemos sumergido en una biografía fingida, un lenguaje que ha probado su éxito en la novela pero que es muy raro en el teatro», explican desde Perros Daneses, la compañía que lleva a cabo la obra. ¿Qué fue lo que pasó?, ¿quienes fueron los culpables de los asesinatos?, ¿cuál fue el papel de los medios?... «La capilla de los niños trata de la relación entre nuestro hoy y nuestra memoria a corto plazo, entre el autor y los materiales con los que trabaja. En la obra, el individuo lucha contra su recuerdo, contra el relato que han construido para él y, así, pasado y presente se abraza, como la experiencia de lo vivido con la ficción teatral de una forma siniestra», defienden.

En La capilla de los niños, Javier Sahuquillo es un escritor de teatro que ha decidido retirarse. Sin embargo, la llamada de un amigo le compromete a escribir una última obra. La única condición es que tendrá que tomar como punto de partida una noticia de periódico. Entonces recuerda un asesinato que sucedió durante su adolescencia, el revuelo que causó en televisión y decide escribir una comedia sobre la telebasura. Así, como sin darse cuenta, Sahuquillo se sumerje en las cloacas del asesinato de las niñas de Alcásser. Durante la investigación, el autor conoce a Natala, un joven palermitano, con el que vive una historia de amor que se manifiesta como una extraña presencia que acompaña al escritor durante su viaje. Los espacios reales y los mentales se confunden generando una atmósfera «lovecraftiana» que confunde al escritor a la demencia que produce el descubrimiento de la verdad.

La Mutant. Días 14 y 15, a las 20:30 horas.