El 28 de octubre de 1892, el Museo Grevin de París, acogió la primera proyección pública del Teatro Óptico de Emile Reynaud, antecedente de la cinematografía animada. La raíz de la palabra ‘animación’ proviene del latín ‘ánima’ que significa esencia (o alma). Por ello, son muchos quienes consideran que el hecho de ‘animar’ es la acción de dar vida. Teniendo esto en cuenta podemos ver que existen intentos de ‘animar’ en algunas Pinturas Rupestres. El arte prehistórico sirve para darnos cuenta de que los hombres primitivos ya eran conscientes de las propiedades físicas del movimiento.

En los jeroglíficos podemos encontrar secuencias de escenas

Los jeroglíficos son otro ejemplo de la animación primitiva gracias a las secuencias de escenas que podemos encontrar en sus pinturas. A través de los jeroglíficos los egipcios reflejaban los aspectos políticos, religiosos y momentos de la vida cotidiana que, gracias a la consecución de imágenes que pintaron, podemos entender de manera relativamente sencilla.

La linterna mágica, los inicios de la animación

Se dice que la historia de la animación, tal y como la conocemos, comenzó con un monje alemán llamado Athansius quien creó la linterna mágica (siglo XVII), un sistema basado en el diseño de la cámara oscura que recibía imágenes del exterior en su interior, y proyectaba éstas de nuevo al exterior. El sistema fue mejorado por uno de sus colegas y se volvió muy popular entre los círculos burgueses.

La cronofotografía, una técnica para registrar el movimiento

La idea de ‘animación’ cobró fuerza con la técnica de la cronofotografía desarrollada por Eadweard Muybridge, quien, a través de ella, capturaba las diferentes fases del movimiento. Esta técnica nació como parte de un experimento para descubrir si había un momento en el que los caballos no tocaban el suelo al galopar y, gracias a este experimento, nació el cinematógrafo.

El primer largometraje animado se realizó en Argentina

Aunque muchos piensan que el primer largometraje animado fue Blancanieves y los siete enanitos de Disney, la realidad es que el primer film animado se realizó 20 años antes en Argentina. En 1917, Quirino Cristiani dirigió El Apóstol, una película en blanco y negro, con dibujos a mano, que tardó más de un año en grabarse y que resultó ser todo un éxito. Para sus 70 minutos de duración se utilizaron 58.000 dibujos rodados en fotogramas de 35 mm. Esta sátira política tenía como protagonista al expresidente argentino Hipólito Yrigoyen, el primer presidente argentino en ser elegido de forma democrática. En el largometraje, después de morir, Yrigoyen va al cielo. Una vez ahí, decide bombardear con rayos la ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de limpiarla de la corrupción e inmoralidad.