El vínculo de la familia Vicente Gandía con el mundo del vino se remonta a 1885, cuando Vicente Gandía Plá decidió emprender una aventura que ha llevado a la familia a convertirse en una de las sagas de vinateros más respetada y mejor valorada en todo el mundo.

137 años después, Javier Gandía de Cecilio, miembro de la cuarta generación de la familia, no sólo mantiene vivo el legado de las anteriores generaciones, sino que ha reubicado a la compañía entre las mejor puntuadas por críticos y prescriptores gracias a algunos de los proyectos desarrollados en estos últimos años por el equipo de enólogos que lidera José Hidalgo Camacho, director técnico de la firma desde que hace un par de campañas Luis García Severino se jubilase.

De la mano de Hidalgo, Bodegas Vicente Gandía ha creado joyas enológicas inspiradas en la innovación y la creatividad sin perder de vista la tradición. La apuesta por lo autóctono tiene reflejo en la colección Vicente Gandía Bobal, tres vinos premium (blanco, rosado y tinto) elaborados con una única variedad, la Bobal, autóctona de la DO Utiel-Requena y con la que han logrado medallas de oro o puntuaciones por encima de 90 en más de una decena de certámenes de los cinco continentes.

Algo parecido sucede con Ceramic Monastrell, un tinto madurado durante 11 meses en barricas de roble y afinado en tinajas de barro. Presentado en octubre de 2021, ha obtenido reconocimiento en guías tan importantes como La Semana Vitivinícola (96 puntos), Peñín (92) o ADN Verema (93).

Su última obra, Clos de Gallur (el primer vino procedente de la finca Casa Gallur), ya ha cautivado a Robert Parker y los IWC de Reino Unido (90 puntos en ambos casos). En nuestro territorio, guías tan respetadas como Peñín o La Semana Vitivinícola, ya han valorado esta primera añada con 92 y 97 puntos respectivamente.