Este domingo se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Enoturismo, una iniciativa promovida por la Red Europea de Ciudades del Vino (Recevin) y que tiene como objetivo divulgar la cultura del vino. En la Comunitat Valenciana se cuentan por decenas las bodegas que han planeado iniciativas para conmemorar esta fecha, que se celebra de manera ininterrumpida desde hace catorce años.

Pero hablar de enoturismo no es solo hablar de bodegas. La Federación de Enoturismo de la Comunitat Valenciana concentra toda la oferta de las cuatro rutas del vino que actualmente están operativas: Alicante, Castellón, Utiel-Requena y Valencia. El organismo aúna toda la oferta enoturística del territorio para ponerla a disposición de locales y visitantes, y descubrir un paisaje que marca el sabor de las uvas, bodegas singulares, gastronomía cuidada y alojamientos únicos envueltos en la cultura del vino donde disfrutar en cualquier época del año. Durante el año proponen más de ciento cincuenta actividades distintas (mindfulness, meditación entre viñedos y cata consciente, maridaje de quesos y vinos, cata de mostos, yoga y maridaje ayurvédico o ferias gastronómicas, entre otros), además de visitas guiadas, alojamiento en establecimientos singulares, catas de vino y menús maridados.

La evolución del enoturismo en las últimas décadas, sobre todo en nuestro ámbito, ha sido vertiginosa. A mediados de los años 90 apenas cinco bodegas habían desarrollado iniciativas en este sentido. Con la llegada del siglo XXI todo comenzó a cambiar. Se gestó la Ruta del Vino de Utiel-Requena (pionera en la Comunitat Valenciana), lo que permitió configurar paquetes vacacionales que, además de visitas a bodegas, incluía actividades en plena naturaleza, alojamiento en establecimientos con encanto, maridajes con la gastronomía típica de la zona y visitas a museos, yacimientos arqueológicos y otros emplazamientos vinculados a la cultura del vino. A la de Utiel-Requena le siguió la de Alicante, que empujó a muchas bodegas a adecuar sus instalaciones para abrirlas al público. En la actualidad, a través del enoturismo se pueden descubrir todos los encantos de la Comunitat Valenciana de norte a sur y de este a oeste gracias a los cientos de empresas que forman parte de un sector que, además, ha contribuido a potenciar la imagen de calidad de los vinos y cavas valencianos.

La celebración este domingo del Día Mundial del Enoturismo puede ser una buena excusa para pasar a formar parte de los más de dos millones de personas que cada año se fijan en las propuestas enoturísticas para programar sus escapadas en toda España, pero hay otros muchos momentos durante el año para adentrarse en la cultura del vino. Bodegas, almazaras y otros emplazamientos han afinado su creatividad para proponer experiencias singulares como la de la ‘Vendimia Nocturna’ que desde hace más de una década celebra en Requena Pago de Tharsys o, más recientemente, las experiencias ‘Donde nace el Oro líquido’ de Viver y ‘Catadores de Aventuras’ de Sierra Norte.