Francisco: "No habrá otra voz como la mía"

En 1981 un joven valenciano que se había bajado del andamio para subir a los escenarios su voz de oro, sorprendió a medio mundo al ganar con "Latino" el festival de la OTI. Se llamaba -aún lo hace- Francisco y lleva más de 40 años de una carrera, con sus buenos y menos buenos momentos, que este lunes celebra en el Teatro Olympia de València. Un espectáculo en el que el decano de los cantantes románticos y el último representante de esa escuela del vozarrón mediterráneo, conmemora las cuatro décadas de la canción que le hizo famoso entre España y Latinoamérica. "Tengo tantas canciones bonitas que podría estar sobre el escenario un día entero", presume.

Esta mañana he escrito en Google “Francisco” y se me ha aparecido usted antes que el Papa. Eso sí que es ser popular.

(Ríe) Me da igual, la verdad. Ya sabes que eso funciona como funciona. El otro día estaba buscando en Google el precio de un micrófono en concreto y ahora no paran de salirme anuncios de micrófonos.

¿Le preocupan este tipo de cosas?

Me preocupa porque nos cortan la libertad totalmente. Nos van a controlar dónde estaremos, qué hacemos. Yo siempre digo que he tenido la suerte de haber vivido las cuatro décadas más importantes a nivel de historia, cultura y acontecimientos. Nací en el 59 y empecé en la música en el 76 o por ahí, cuando había muerto Franco empezó esa corriente cultural de hambre por la libertad y conocer cosas nuevas, y he vivido esa época con mucha intensidad.

¿Se considera nostálgico?

No, porque el pasado no vuelve y el futuro no existe, así que me gusta vivir el presente y el momento.

¿Y cuál es su momento actual?

El mejor.

Eso responden todos los artistas a los que se les pregunta por su momento actual.

En serio, estoy bien. Empecé en el 81 como cantante profesional y en 43 años en mi vida artística y profesional ha habido momentos muy buenos, momentos menos buenos y el de ahora es muy bueno. Hace un año decidí hacer el circuito de teatros y me está yendo fenomenal. Trabajamos muchísimo y, con toda la crisis que hay en el nivel artístico, no me puedo quejar porque hay compañeros que lo están pasando realmente mal.

Ha acabado de empresario de sí mismo. ¿Se ha hartado de los managers?

Yo he tenido suerte. He tenido pocos, no más de cuatro. Y el que tengo ahora es maravilloso. Es importante todo: los compañeros, los músicos, el equipo. Pasamos muchas horas en la carretera, fuera de casa y llevarse bien con el equipo se refleja después en el escenario. Tenía dudas al principio, pero desde el primer concierto de la gira me di cuenta de que el público tenía ganas de seguir escuchando esas canciones con mensaje, románticas, con argumento, con buenos arreglos, con músicos en directo.

"Quedamos pocos cantantes románticos: Pablo López, Pablo Alborán, Alejandro Sanz..."

¿Qué es ser un cantante romántico en el siglo XXI?

Ahora ya quedamos pocos. Pablo López, Pablo Alborán, Alejandro Sanz… No sé, tengo una nieta de 16 años y siempre que viene a casa está con el reguetón y la verdad es que no lo entiendo. Es un estilo que carece totalmente de alma.

¿Eso le provoca rabia o resignación?

Solo pienso en cómo ha cambiado el mercado discográfico, la música. Ya no se hacen productos para durar, son como la comida basura, consumo para el día. Las discográficas antes, como cuando yo fiché por Polydor, invertían en un artista con vistas al futuro. Buscaban un productor, te ayudaban a buscar canciones… Un artista nace y tiene claro desde el principio lo que quiere hacer en la vida y yo he tenido la suerte de poder hacerlo. Lo contrario debe ser terrible.

Bueno, usted antes de cantante fue albañil y marmolista.

Sí. Cuando tenía 13 años murió mi padre y me vi obligado a trabajar. Desde entonces no he parado. Bueno, lo de ahora no lo considero trabajo porque me divierte.

40 años de diversión, menudo privilegiado.

Sí, la verdad es que me lo he pasado y me lo estoy pasando muy bien. Cada concierto son dos horas y media en el escenario. Tener años en la profesión te da ese repertorio para un concierto bien pensado.

"Mis letras no son machistas, pero hay alguna canción que ya no cuadra"

¿Ha dejado canciones fuera porque no han envejecido bien? Yo qué sé, “La chica del póster”, por ejemplo.

Esa sí se ha quedado un poco pasada, por el mensaje sobre todo. La sigo cantando porque el público la pide y el público es el que manda. Pero hoy cómo ha cambiado todo tanto… Mis letras no son machistas, pero hay alguna canción que digo ‘esto hoy no cuadra’… Lo bueno es que tengo tantas canciones que podría estar en el escenario un día entero.

¿Pero sigue grabando? La última que yo sé de usted es una que presentó al Benidorm Fest en 2022 y ni siquiera le respondieron.

Sí, acabo de grabar ahora una en enero. En cuanto a lo del Benidorm Fest, te digo una cosa, después de ver lo de este año.... La directora ya me dijo ‘Francisco, que te conozco de hace muchos años. Esto no es para ti’. Y tenía razón.

¿No le ha gustado ‘Zorra’?

Mira, ni siquiera voy a opinar. Cuando era pequeño, Eurovisión era un festival de canciones y de música. Ahora se ha convertido en un festival de reivindicar temas sociales. ¿Dónde está la música, el cantante y la canción?

"Un festival como Eurovisión es para canciones bonitas"

¿No se deben colar mensajes?

Un festival es un festival de canciones bonitas. Abba, Cliff Richards, tantos que han ganado con canciones fantásticas. Los festivales son la representación de nuestra cultura, digo yo.

Ahora la cultura particular de los países está más difuminada.

A ver, supongo que el equivocado soy yo porque a la mayoría le gusta la canción, y la mayoría es la que manda. Pero yo como profesional la analizo de forma distinta: la letra, la música, la voz, el arreglo… Es que en la música no todo vale. ¿A ti te gustó el Chikilicuatre?

Bueno, me hizo gracia.

Sí, para un teatro cómico estaba bien. Vamos a ver, si esta señora (en referencia a la cantante de Nebulossa) se sienta empoderada cantando eso… Pues bien, hay que respetar y yo respeto a todo el mundo. Si el público la ha votado y seleccionado, le deseo toda la suerte, porque encima es de la terreta. Es una experiencia inolvidable porque es algo que pasa una vez en la vida.

¿Cómo gestionó usted la fama repentina que te dio la OTI con “Latino”?

Yo no era consciente para nada, con 22 años ya me dirás tú. De no conocerme nadie a que te conozcan más de 300 millones de personas, no estás preparado para un cambio así. Pero fue un trampolín muy importante.

"El teatro es el verdadero lugar para el artista"

¿Y en lo personal?

Recuerdo que me pasaba el día en el coche de un sitio para otro y tenía que preguntar en qué ciudad estaba. Así pasaron los primeros tres o cuatro años. Luego hice un alto en el camino porque ya no podía más, me pasé seis meses sin hacer nada, solo pensando en qué quería hacer. Todo pasa rápido, no tienes tiempo de nada, te roban por todas partes porque ni estás preparado ni sabes.

¿Cambiaría esa época de fama inmensa por su época actual?

No, no, prefiero lo de ahora. Tengo mi público y tengo el teatro, que es el verdadero lugar del artista, tiene una magia muy especial. Estoy de cualidades al cien por cien, hasta que Dios quiera, pero no creo que esté mucho más de diez años.

¿Se arrepiente no haber continuado en el camino de la ópera?

Sí. Y más cuando Montserrat Caballé apostó por mí y decía que era el mejor tenor que iba a tener España. Lo mejor que he vivido como profesional fue cantar a su lado con las mejores orquestas de Europa . Pero yo en esa época estaba pagando una hipoteca y dos de mis cuatro hijos iban a entrar en la Universidad y si no eres uno de los cuatro espadas, la ópera no te da para vivir. Así que lamentándolo mucho lo tuve que dejar. Una mañana me desperté y llorando se lo tuve que decir a mi mujer: no podemos vivir así. Volví a la canción melódica, hice un disco dedicado a Agustín Lara, vendí 240.000 copias y eso me situó otra vez en el mercado y ganando dinero, que lamentablemente es lo que hace falta.

"Yo ya jamas me voy a pronunciar sobre política"

¿Y borrar? ¿Borraría por ejemplo aquello de “Supervivientes”…?

Sí.

O lo que escribió en Facebook sobre Mónica Oltra.

Borrarlo no, porque no sirve de nada y porque de los errores se aprende. He cometido muchos errores, como todos, pero gracias a ellos he tenido éxitos porque uno aprende y madura. Yo ya jamas me voy a pronunciar en política, porque me tuvieron siete años vetado en la Comunitat Valenciana y a nivel nacional.

Incluso le cancelaron algún concierto.

Sí, claro. Y hasta prohibieron poner el himno de la Comunitat Valenciana cantado por mí.

¿Confía en que los mandatarios de ahora le levanten el veto?

No, no, no voy a hablar de política. Que me quede como estoy, por favor. Soy un empresario, me organizo mis cosas y quiero seguir en el escenario y disfrutando. Mira, al que hace daño en la vida, la vida le pasa factura. Hay que procurar hacer el bien todos los días y olvidarte los malos rollos.

Sí, que si los artistas no son felices, ya veremos los demás.

En el escenario la voz es el reflejo de tu estado mental y por eso procuro que no me afecte lo negativo. Por supuesto que estoy al día de todo y todo me interesa como ciudadano y me preocupan unas cosas y otras me alegran. Soy muy visceral y eso a veces es malo, sobre todo para los artistas que cantamos para todo el mundo. Aquello que me ocurrió fue porque era un tonto con las redes sociales, pero ya no me ocurre.

Por la voz le han comparado siempre con Nino Bravo. ¿Ha sido su sombra alargada para usted?

No, me siento muy orgulloso que me comparen con una voz como la suya. No habrá otra voz como la suya igual y tampoco habrá una voz como la mía porque nunca hay dos voces iguales. Cuando me muera dentro de unos años saldrán diciendo qué voz tenía y me harán homenajes y saldrán chicos cantando mis canciones. Pero, lamentablemente, eso suele ocurrir cuando uno se muere.

Suscríbete para seguir leyendo