"Se debería cambiar el foco y que la sociedad hable a los agresores"

La actriz Vicky Luengo, que acaba de estrenar la serie «Reina Roja», protagoniza «Prima Facie» en La Rambleta del 1 al 3 de marzo. En la multipremiada obra de Suzie Miller, la actriz se enfrenta a aquello en lo que más cree para encontrar justicia, para sacar del camino eso que no nos permite ver y conocer la verdad.

La actriz Vicky Luengo.

La actriz Vicky Luengo. / Omar Antuña.

Saray Fajardo

Saray Fajardo

"Prima Facie" es un monólogo cuestionador frente a la naturalización de una conducta que atraviesa la sociedad de manera estructural. La obra está protagonizada por Vicky Luengo, quien acaba de obtener el Premio Princesa de Girona, en la categoría de Arte.

La ONU señala que una de cada tres mujeres ha sido víctima de algún tipo de violencia. ¿Por qué es tan importante ver «Prima Facie»?

Porque es una realidad aplastante, estamos en una situación que no puede permanecer de la misma manera y tiene que cambiar. Creo que la función te ayuda a entender desde una perspectiva más sensorial y desde el cuerpo. Te ayuda a entender más este problema.

¿Has sufrido algún tipo de violencia?

Sí, sí. Creo que es una herida que tenemos todas y que es muy raro librarse de ello, la verdad.

Encarnas a Tessa, una abogada penalista que sufre una violación, ¿cómo ha sido el proceso de preparación de un papel tan duro?

Ha sido muy complicado y, a la vez, muy fácil. Ha sido duro emocionalmente y físicamente para mí, pero, a la vez, tenía la sensación de que sabía de lo que estaba hablando. No sé cómo decirte, como que no me quedaba tan ajeno. No porque yo haya vivido en sí una violación, sino porque es una herida común que tenemos todas y parecía como que mi cuerpo necesitara decir esas palabras, como si fuera una necesidad para mí trasladar ese mensaje. Memoricé durante dos meses el texto, ensayé con el director y la ayudante de dirección. Me ayudaron muchísimo porque me apoyaron en todo momento, en todos los recovecos emocionales por los que pasé durante los ensayos. A pesar de la dureza de la función, lo pasamos muy bien.

¿Por qué fue una preparación dura a nivel físico?

Porque cuando tú te ofreces para contar una historia así, inevitablemente te pasa la historia por el cuerpo, el cuerpo no sabe que eres actriz. Tu cuerpo empieza a evitar un tipo de sensaciones que tienen que ver con la alerta, con el peligro y con la ansiedad. Todo eso se traslada y se traduce en contracturas, en dolores de barriga, en estados de estrés para el cuerpo...

¿Puedes decir que es de las obras más duras que te ha tocado preparar?

Sí, sin duda. La más dura. No tengo ninguna duda. Ha sido muy intenso. Es verdad que el resultado es precioso porque la cantidad de gente que celebra la obra y a la que le gusta es precioso, pero para mí ha sido duro. 

Una violación cambia completamente la vida de la víctima. 

La persona que sufre una violación se queda marcada por vida. Le cambia su manera de relacionarse, su manera de percibir su sexualidad, su dignidad, las relaciones con los demás...

¿Te has puesto en contacto con alguna víctima o con alguna asociación para que te ayuden en la obra?

La verdad es que no, porque por desgracia tengo mucha gente cerca. Es una persona que lo ha vivido y no he tenido ni siquiera que volver a preguntar. Como mujeres tenemos un contacto muy directo con esa sensación. Creo que todas podemos reconocer cuál es esa sensación.

¿Te sientes identificada de alguna manera con la protagonista?

Todas en algún momento creíamos que a nosotras esto no nos pasaría nunca. La obra hace una cosa que me gusta mucho, porque, de repente, nos coloca a todas en un mismo lugar, como diciendo no te creas que a ti esto no te va a pasar porque nos puede pasar a cualquiera.

Tessa llega a perder un poco la fe en este mundo tan patriarcal, ¿te ha pasado alguna vez?

Ella nunca pierde la fe en la lucha, ella pierde la fe en la ley. De hecho, hay una frase aquí al final de la función que dice que estoy rota, pero sigo aquí y no me van a callar. Es algo que admiro mucho del personaje. Hay veces que, como todas en esta lucha, pasas por momentos que crees que esto no se va a solucionar nunca. Hay días que hablo con mis amigas o con mi novio y les digo: ¿Tú crees que nosotras veremos un cambio en esto o no? Y hay días que estás más optimista, días que estás más pesimista...

Tras el #MeToo y el #SeAcabó en el fútbol, ¿crees que en el mundo del cine y el teatro faltan más denuncias ante esta situación?

No falta más denuncia, porque eso sería poner una responsabilidad en la víctima de que tenga que denunciar y no creo que podamos exigir eso porque no se le puede exigir nada a una persona que ha sido víctima. Falta más cambiar la educación y que entre todos y todas nos planteemos una manera mejor para poder apoyar, sobrellevar y acompañar a personas que sufren por este tema. Al final, la sociedad lo que hace es intercambiar e intentar aleccionar a la víctima, diciéndole no vayas por aquí, no hagas esto. Deberíamos empezar a cambiar el foco y que la sociedad les hablara a los agresores y no a nosotras.

¿Al acabar la obra, se acerca alguna mujer para compartir su experiencia?

Casi todas me dan las gracias por la función, que es muy bonito. Salen muy emocionadas, me dicen que ha sido un viaje muy bonito, que les ha ayudado a poner luz en un episodio oscuro de su vida, como puede ser una agresión. Les ha ayudado a perdonarse el no haber denunciado en su momento. 

¿Y se acercan hombres?

También. Hay muchos hombres que lloran mucho, que se sienten muy impactados, que me dan las gracias por haber dado ese punto de vista y por haber puesto el cuerpo. 

La obra está dirigida por Juan Carlos Fischer, que al final es un hombre, lo cual es una muestra más de que faltan mujeres en las altas esferas. 

Yo creo que cada vez hay más, pero aún nos faltan. Parece que vamos por buen camino. Yo creo que aún queda mucho trabajo, que tiene que ver con la educación y la concienciación. Por mucho que se pongan leyes y cuotas, si no se hace una concienciación social y un trabajo común entre todos y todas para llegar a esta igualdad, va a ser complicado.

Sorprende que en la gente joven, que es la que debería estar más informada porque tiene más acceso a Internet, sigan existiendo estas conductas.

La educación no tiene tanto que ver con que tú puedas acceder a ella. Si vivimos en una sociedad donde el capitalismo genera dinero, si un niño o un chaval hace click en una web porno donde se ve cinco hombres violando a una mujer que hace ver que disfruta, ¿quién es el responsable de todo esto? El responsable no es el niño, ni siquiera los padres tampoco. Es una cadena demasiado larga, que hay mucho dinero detrás también y habría que preguntarse quién gana dinero haciendo que ese chaval entre en esa web. Cambiar la educación para que alguien de repente dijera que esto está mal. Creo que es un problema estructural, no creo que sea una cosa puntual. 

Hace unos días se estrenó "Reina Roja" en Amazon Prime Video, ¿cómo ha sido esta adaptación de Juan Gómez Jurado?

Lo he vivido con mucha ilusión. Estoy deseando compartirla con todo el mundo. Estoy muy emocionada. Ha sido divertido. Ha sido un trabajo estupendo y he rodado con gente muy buena. 

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