Un cambio transgresor: Los grafitis pasan de la pared a la tela fallera

Un total de veinte artistas urbanos han plasmado sus diseños en un traje de fallera para unir la tradición de fiesta con los movimientos más actuales del arte contemporáneo en València 

Veinte artistas diseñan un traje de fallera.

Veinte artistas diseñan un traje de fallera. / URBAN

Saray Fajardo

Saray Fajardo

La indumentaria es uno de los elementos más característicos e importantes de las Fallas. Durante las últimas décadas, los trajes de fallera han ido evolucionando y han sabido adaptarse a las últimas tendencias, aunque manteniendo siempre la esencia y tradición de esta fiesta. 

A lo largo de estos años, han surgido varias iniciativas innovadoras como el traje de fallera reciclado de la diseñadora valenciana Rosa Montesa o el espolín de la fallera mayor pintado en la piel de la instagramer Nuria Adraos. Este año, un grupo de veinte artistas urbanos han decidido sumarse a esta lista de propuestas rompedoras a través de la intervención de un traje de fallera, en el que se une la tradición de la indumentaria con la vanguardia del arte urbano contemporáneo. Concretamente, la fallera mayor de la centenaria comisión valenciana Vivons-Romeu de Corbera, Cristina Luján, lucirá este traje el próximo lunes 18 de marzo en uno de los actos de la semana grande de la fiesta. 

Esta iniciativa, bajo el lema «#projectfallxs Entretejido Urbano», nació por parte de las artistas urbanas Alicia Nuro y Pat One. «La idea de hacer el traje intervenido surgió hace más de dos años tras conocer a Cristina, fallera de esta comisión del barrio de Russafa. Pensé que podría convertirse en una imagen preciosa, que se acercaba más a la realidad presente de las Fallas y la ciudad de València, donde se combina la pasión por el arte y el diseño con los movimientos más actuales como el muralismo y el arte urbano del grafiti», explica Alicia Nuro. Tras conocer que la joven iba a representar a esta comisión, se pusieron manos a la obra. Sin embargo, el proceso de elaboración no ha sido sencillo. Durante cuatro meses, ambas artistas se pusieron en contacto con los distintos «grafiteros» que iban a participar en el proyecto. Dos meses después, todos ellos empezaron a pintar, coser y preparar el traje para que estuviera listo para este mes de marzo. 

«Un lienzo único»

El primer paso era buscar el traje más adecuado para llevar a cabo este mural. «Buscamos trajes de fallera reales de segunda mano para poder adquirir uno e intervenir lo con pintura, sprays y rotuladores como si de un muro se tratase», explica. Tras varios meses de búsqueda, durante el mes de octubre de 2023, contactaron con Juan Carlos, un vecino que en su planta baja situada en Xirivella conserva algunos trajes. 

Un cambio transgresor: Los grafitis pasan de la pared a la tela fallera

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La tela escogida es de un tono verde claro con bordados florales en hilos metalizados, la cual se ha convertido, en sus palabras, «en un lienzo único para todos los artistas participantes, que hemos quedado fascinados con la versatilidad y las dificultades que nos hemos encontrado a la hora de plasmar nuestras obras de una manera semejante, pero totalmente distinta a cualquier otra obra que ya habíamos realizado antes».

Durante el proceso, los artistas mantuvieron el proyecto «en secreto» para que, en sus palabras, «la fallera se sorprendiera al ver el resultado final». «Su respuesta fue de asombro y felicidad, ya que nunca había llevado un traje de estas características», afirma la artista, quien reconoce que Cristina era la persona adecuada, ya que es «una representante poco convencional, que ha sabido llevar este traje con actitud y desparpajo». 

"Respetar la tradición"

Aunque el traje rompe con el estilo habitual de este tipo de indumentaria, los artistas han querido «respetar la tradición» manteniendo algunos elementos como la manteleta, que, en esta ocasión, se ve representada con símbolos del artista Calligraffiti de Breakvik, y a la que se le ha cosido una puntilla para proporcionarle más realismo, volumen y detalle. Por su parte, un estudiante de joyería de la ESAD de València, ha participado en la elaboración del aderezo. 

El corpiño cuenta con algunos guiños a la ciudad como una imagen realizada por Maik Ilustrador de tres falleras dirigiéndose a las Torres de Serrano. En la falda hay unos pequeños «rats penats» de PatOne rodeados de obras que se encuentran en las calles de València, como las cebras de Alicia Nuro, los iconos gráficos de The Photographer o La So0mbra y firmas al más puro estilo del grafiti clásico de artistas como Zhen, Auli, Kader, SKG, Luiso, León de Judas, Krome,Sara Chóliz, Over y la TFK.