«Estaba con mis padres, me llamó José Jiménez y me dijo que hacía la pretemporada con el primer equipo. Fue una noticia inesperada y lo primero que hice fue abrazar a mi padre, que estaba muy ilusionado, y a mi madre. Tenía ganas de llorar y de reír. Me sentía muy feliz», reconoce Fran Villalba, uno de los canteranos que está viviendo su primera pretemporada con el Valencia. Para el juvenil, una de los jugadores con más proyección de la cantera, la experiencia está siendo «increíble». «Este es un sueño que tenía desde pequeño», sostenía ayer desde Salzburgo.

El jugador, uno de los más pequeños del grupo, recibió ayer la visita de sus padres en Viena. Estaba «feliz y muy ilusionado».

Tras completar los primeros entrenamientos con el equipo que dirige Nuno Espírito Santo, el canterano que comparte habitación con Sito, aseguraba que estos días en Salzburgo hay una temperatura como la de Valencia, destacó la intensidad con la que se ejercitan y agradeció los consejos que recibe de los veteranos. «Es como Valencia, hace mucho calor, (se trabaja con) mucha intensidad, que es lo que se requiere para jugar en la elite. Somos muchos, hay muchísima gente nueva y nos apoyan. Me tomo muy bien los consejos y los aplico en el campo», apuntaba.

Villalba, que tiene 17 años y la pasada campaña jugó algunos partidos en el filial, se mostraba en un reportaje en la televisión del club, que «si disfruto me van a salir bien las cosas, si voy con presión, no me saldrá nada».