El nuevo gobierno del Ayuntamiento de Valencia está firmemente decidido a cambiar el paisaje de la zona de Mestalla los días de partido. No tolerará más que impere la «ley de la selva» en las avenidas y calles adyacentes, donde el mal uso del aparcamiento viene siendo una costumbre casi adquirida desde tiempos inmemoriales. Así se lo pidió ayer el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, al director general del Valencia, Luis Cervera, durante una reunión organizada explícitamente para ello. El consistorio le ha pedido al club que colabore en la pacificación del tráfico cada vez que ruede el balón en Mestalla. Considera que el Valencia tiene una «responsabilidad social» que cumplir y que es la hora de afrontar el problema.

El plan municipal ya está bien estudiado, a falta de que sea concretado. El consistorio se ha comprometido ya a habilitar el mayor número posible de solares cercanos al estadio para los días de partido. Con esta fórmula, los aficionados serán trasladados al recinto en autobuses lanzadera. No se ha detallado donde hay zonas de aparcamiento disponibles, pero existen zonas entre las avenidas de Blasco Ibáñez y Tarongers con capacidad para ejercer de aparcamientos puntuales. El objetivo es acabar con la aglomeración de coches, aparcados en segunda y tercera fila „incluso arriba de las aceras y jardines„ en las calles y avenidas adyacentes al estadio, un caos especialmente visible en la Alameda, la Avenida de Aragón y la de Blasco Ibáñez.

En su afán por cambiar los hábitos de desplazamiento de los aficionados del Valencia, la concejalía de Movilidad Sostenible quiere conocer con la mayor precisión posible las costumbres de movilidad de los aficionados del Valencia los días de partido. Para ello, Grezzi solicitó ayer a la entidad blanquinegra que le facilite información sobre el origen de los abonados del club, con el fin de determinar quiénes podrían utilizar otras alternativas al transporte privado.

El gobierno municipal ha pedido al Valencia que le ayude a coordinar una campaña de concienciación para que la mayor parte posible del público habitual de Mestalla utilice las comunicaciones públicas. Quiere evitar que aficionados que tengan fácil acceso a pie, incluso en bicicleta, dejen de utilizar el coche para desplazarse a Mestalla. Por no hablar del fomento del transporte público. El estadio del Valencia está conectado con el centro de la ciudad por la línea 5 del metro (estación de Aragón) y con otras lineas por la 3 (Facultats).

La campaña de concienciación pretende convencer a los inquilinos de Mestalla que sólo hay dos formas de adecentar el panorama en el radio de Mestalla: o adaptarse a la nueva tendencia o con la «limpieza» de vehículos por partes de las grúas municipales.

Otro urbanismo en Orriols

En el caso del estadio del Levante UD, el ayuntamiento considera que el Ciutat de València pertenece a otro «tipo de urbanismo» y que se trata de un problema secundario. El recinto de Orriols, situado junto a la ronda norte de la ciudad, se abre a la avenida Alfahuir por su parte norte, por lo que la descongestión del tráfico se produce de manera más rápida. Al margen, claro, de que la asistencia a los partidos es prácticamente la mitad de la acude a Mestalla.