A pocos días del partido más importante del Valencia en los últimos años, la afición está ya ansiosa, y deseosa, de ver a su equipo codearse con los mejores clubes de Europa. Prueba de ello fueron las largas colas que se registraron ayer en Mestalla, y también en las tiendas oficiales, en el primer día de venta abierta.

No obstante, en todo este ambiente de euforia general hay un aspecto que molesta como esa piedra que se te mete en el zapato y te obliga a desviar tu atención para quitártela. Se trata del caso de la ya más que posible venta de Nicolás Otamendi. Ayer, mientras se hacía cola, se hablaba del Mónaco, claro que sí, de este nuevo Valencia de Peter Lim, pero, sobre todo, del argentino. «Esto es lo que le ha dicho al entrenador» le decía un seguidor a su compañero improvisado de cola mientras miraba las ediciones digitales de los periódicos en su móvil. «Si se va, que se vaya, pero que paguen los 50 millones», era una de las frases más repetidas.

El aficionado blanquinegro, acostumbrado como está a que casi cada verano se marche una o varias de sus estrellas, afronta este nuevo «adiós» con resignación, pero con matices: «Soldado se quiso ir, eran 30 millones y fueron 30, Mathieu eran 20 y fueron 20. Ahora, esperamos que si son 50, sean 50, porque sino sería una tomadura de pelo, sobre todo por las formas». Estas palabras, del aficionado José Sanchis que, desde la parte trasera de la cola, esperaba pacientemente su turno, reflejan el sentir de una afición a la que se le dijo que se iban a traer grandes figuras, y que no parece dispuesta a entender que los referentes se vayan a precio «de rebajas». Así, el aficionado Sebastián Boquizo, decía que «si no siente los colores, 50 millones y que se vaya, pero si es menos no me parecería bien». No obstante, también ha gente, com Ángels Mahiques o Nacho Guillén, que piensan que «está muy bien vendido sean 50 millones o menos. Por ese precio podemos traer dos jugadores buenos, e incluso por menos».

Otra cuestión, que la gente perdona incluso menos, son las formas. Otamendi se «apuntó» a la presentación, pero ahora se borra. «Tiene mucha cara porque le dijo al entrenador que sí y ahora ya no quiere jugar», decía Ángel Rodríguez. A lo que añadía que «si va a jugar, pero no va a meter la pierna por si se lesiona o cosas así, mejor que lo vea desde la grada». Todo un mensaje para Nuno.