Nombrar en Burjassot a Ca Bata es hacerlo a toda una institución futbolística. El bar regentado por Robert Bataller funciona como la sede de una de las peñas más activas y singulares de la afición valencianista, fundada en el año 2005. En su local, habilitado con ocho televisiones y en el que las camareras van ataviadas con la vestimenta valencianista, el presidente de la peña, Robert Bataller, cumple religiosamente con una tradición: cada vez que marca el Valencia CF suena, con todo el estruendo possible, un volador: «Parece que el ayuntamiento lo tiene prohibido, pero yo lo hago igual», afirma a este periódico.

Bataller, con una trayectoria profesional vinculada al mundo del espectáculo y el ocio, ha añadido a la peña a nombres ilustres como el pirotécnico José Caballer o el cantante Francisco. La peña tiene una cuota anual de 60 euros para sus 45 socios, y se organizan cuatro grandes cenas cada año, además de sorteos y lotería. Los encuentros a domicilio se presencian en la sede del colectivo aunque, una vez al año, en Ca Bata se acumulan los ahorros para realizar un desplazamiento al año. La intención de los peñistas para el presente curso es ir al Nuevo Los Cármenes para ver el partido contra el Granada en la segunda vuelta del campeonato.

Precisamente en la visita a Mestalla del conjunto andaluz fue invitada la peña Ca Bata al palco de Mestalla. Sus componentes acudieron con una gran pancarta y Robert Bataller entregó a la presidenta Layhoon Chan una placa de vidrio como obsequio conmemorativo con el lema «Valencianistes de per vida». Bataller se llevó una impresión muy grata de la dirigente singapuresa: «Es muy simpática y estuvo hablando amistosamente en inglés con mi hija, que estudia química».