­La filosofía de vida de Shkodran Mustafi es la de «vivir el presente». El alemán defiende que «nunca piensa» en qué va a pasar. Para él, la próxima semana «no existe». Al menos, eso es lo que expresa. Por tanto, avanzar qué va hacer en un futuro es toda una incógnita. Dice, en un castellano muy fluido, que no se lo plantea. Al central le agrada aparecer en la agenda de grandes clubes pero no se pronuncia sobre el interés mostrado hacia él por equipos como el Bayern de Munich. El debate, sin embargo, no lo zanja ya que tampoco proclama su deseo de cumplir o alargar su contrato con el Valencia. «Soy de los que piensa en el equipo y no en cosas personales», apunta con aparente convencimiento. «No hablo de los temas que están lejos, sólo de lo que está cerca como el entrenamiento de hoy y, cómo mucho, del partido del sábado contra el Málaga», sostiene.

«En la actual situación, en la que las cosas no salen como queremos, no es momento de pensar en cosas personales. Hay que anteponer al equipo y en mejorar la situación. Estamos aquí para trabajar y no para pensar en otras cosas», defiende el campeón del mundo que, con mucha humildad, rechaza asumir el rol de jugador importante porque se considera «uno más» dentro del grupo. «Aquí nadie es más que otro», proclama tras incidir que le «da igual» que compañero le acompañe en el centro de la defensa „el año pasado siempre jugaba con Otamendi y ahora el puesto se lo alternan Vezo, Abdennour y Santos„. «Me centro en tratar de hacer bien mi trabajo; luego miro a mi lado y trato de echarle una mano al compañero. Cada compañero es diferente. Para mi no es importante quién juegue conmigo y sí cómo funcione todo el equipo. Lo esencial es que todos lo demos todo durante los noventa minutos», reflexiona.

Mustafi, que se incorporó el martes al equipo tras haber viajado con su selección para jugar contra Georgia e irlanda (aunque no disputó ningún minuto) defendió ayer el trabajo de la defensa y apuntó que «no estamos sufriendo mucho». Y lo justifica: «Contra el Zenit lanzaron tres veces y metieron tres goles pero, sinceramente, creo que estamos haciendo bien nuestro trabajo. En Liga, antes del partido contra el Athletic recibimos sólo dos goles. Creo que junto al Real Madrid éramos los dos únicos a los que les habían encajado dos goles. La estadística no es mala y trabajamos para mejorar».

Y, sobre qué cree que le pasa al Valencia, el central lo tiene claro: «Este año jugamos en Liga de Campeones y tenemos menos tiempo para preparar los partidos. Somos un equipo con hambre y estoy convencido de que las cosas van a cambiar». Un cambio para el que cree que es necesario contar con el apoyo de la «grandísima « afición del Valencia.