El día de la presentación del equipo, al escuchar los pitos que Mestalla le dedicaba, Nuno pensó «no seguir». Sin embargo, sus «ideas y creencias», le obligaron a continuar al frente del Valencia. Ese día descubrió, así lo reconocía ayer en su despedida como «trabajador» del Valencia, que los pitos que la grada le lanzaba eran «por un problema social y no deportivo». Entendió, dijo, que la afición le hacía partícipe de las fricciones que provocaron la salida de Amadeo Salvo como presidente y de Rufete como director deportivo.

En su despedida, el técnico defendió al agente Jorge Mendes y las operaciones efectuadas por éste durante los últimos quince meses. Y lo hizo con tal énfasis que, sobre los jóvenes, llegó a decir que «pronto serán los mejores del mundo». Amparó todas las incorporaciones realizadas el pasado verano a pesar de no estar rindiendo al nivel esperado. «Creo que hemos acertado en todo, pero hacía falta más tiempo para valorar la plantilla que tenemos. Hicimos la planificación deportiva que creíamos mejor. Este es un grupo con un gran potencial», abanderó. Acto seguido, sin embargo, puntualizó que «no he querido ser más que entrenador».

Sí fue autocrítico a la hora de valorar su trabajo diario. El portugués, que por momentos se emocionó, reconoció «ser el responsable de no haber sacado el rendimiento de los jugadores» y pidió a la afición que «apoye» a los «chicos» porque «por su juventud lo necesitan». «Mestalla es muy exigente, había momentos que no apoyaba y los chicos lo notaban. La grada debe ser su punto de apoyo y no lo estaba siendo», apuntó. Pero también les lanzó un dardo: «Los jugadores pueden dar más por su calidad y su rendimiento debe ser mayor». Preguntado por su relación con Alvaro Negredo, al que definió como «un amigo», justificó que su decisión de no contar con él fue por el «bajón» que dio tras «empezar bien la temporada». «No hubo nada personal», remarcó. «El entrenador toma decisiones y éstas son momentos. Álvaro llegó lesionado y tardó en recuperarse. Su rendimiento no ha sido el esperado. Tuvo un bajón y por eso no lo cité», se exculpó.

Mientras la presidenta, Layhoon Chan, escuchaba atentamente las explicaciones que le iba traduciendo Inma Ibañez, responsable del área financiera, el exentrenador reincidió en que Peter Lim «era mi amigo, lo es y lo seguirá siendo toda mi vida» y apuntó que «le estaré eternamente agradecido». «Lim es uno de los mejores hombres que he conocido en mi vida. Sé que el Valencia está en muy buenas manos. Ojalá el próximo entrenador sepa explotar mejor a los jugadores», deseó. «Este proyecto „en un discurso realizado en presente y no en pasado como correspondería tras la rescisión del contrato„ está basado en la compra de grandes jóvenes jugadores que deben crecer con el club», argumentó

¿Y cuando decidió irse o le invitaron a ello? Nuno respondió: «La situación no estaba siendo buena y había que buscar una solución. Intenté dar el máximo de mí pero había algo que fallaba. Ganamos al Levante y Mestalla pitó al final del partido. El sábado por la mañana hablé con Peter Lim y Layhoon y el consenso fue absoluto y rápido». Confirmó, apesar de haber dicho lo contrario el domingo, que no se despidió de los futbolistas en el vestuario del Pizjuán. «Era absurdo decírselo antes de jugar. Con la derrota, los chicos estaban cansados y hundidos y pensé que no era el momento porque lo veía fuera de lugar», justificó. Con un «Amunt València» y en silencio, el extécnico abandonó la sala de prensa. Y, acompañado de Layhoon, salió de Mestalla por última vez.