Siete goles en el Camp Nou no sólo representa una de las noches más denigrantes que ha vivido el Valencia CF, es un siete en el traje de etiqueta que algunos desalmados nos habían vendido que iba a vestir el nuevo futuro del club, y sobre los que habrá que dar cuenta en los juzgados y en el juicio popular que la lenta pero inmisericorde opinión pública valencianista va a ejercer contra Peter Lim, Jorge Mendes y los valencianos que les dieron las llaves de Mestalla para que se hicieran con su juguetito.

Pero Peter, la marea de valencianistas que sentimos el club como propio, tenemos que olvidarnos de ti (sólo temporalmente, ya que aviso a navegantes€puede que el peso de la justicia lo sientas pronto) y como hizo el Pipo Baraja en la final de copa de 2008, debemos comenzar un periodo inmediato de autogestión para salvar al club de bajar a segunda división y posiblemente desaparecer.

Es indudable que estamos en esta situación por los del power y los del point, es indudable que el tiempo nos da la razón y los precios pagados por los jugadores que han llegado de la mano de Mendes no se corresponde con el rendimiento de los mismos; y es indudable que la gestión empresarial y deportiva de estos últimos años ha sido un desastre absoluto.

Pero no es el momento de quemar la falla, no es el momento de pedirle al Pirotecnic que puede comenzar la mascletá. Lo siento, pero el tiempo me ha dado la razón, a pesar de los silencios impresentables, de la turba de francotiradores contratados en la red, de los estómagos agradecidos,€El Valencia CF se juega su futuro en los próximos tres meses, y lo digo más claro: si bajamos a segunda división, el Valencia CF desaparecerá.

Ante este negro futuro, los valencianistas de pro debemos llenar Mestalla el día del Español, tras la primera final que vamos a vivir en Sevilla este fin de semana. Las demostraciones de desagrado, desilusión, indignación, rabia o vergüenza ante el ridículo institucional y deportivo que estamos soportando, debemos dejarlo para el minuto 91 del partido.

Mestalla debe ser el Pipo Baraja de este desastre en la Copa, el director de orquesta que nace del pueblo para salvar al pueblo. En el palco no sólo no entienden nuestro idioma sino que nos son capaces de interpretar nuestros sentimientos. Vamos a vivir momentos muy duros, con un equipo que se cae a pedazos, sin líderes con experiencia para tirar del carro (ni dentro ni fuera del campo), con un entrenador que ha pasado de comentarista televisivo a dirigir la plantilla más cara de la historia del club, y con una plantilla indolente, insípida e insabora.

Creo que la Curva Nord debe ser la cerilla que encienda el sentiment de unitat en el valencianismo, son los más puros representantes de la afición, animan desde minuto uno hasta el final, y Mestalla debe unirse a ellos. Peter Lim es el Koeman de esta época, y nosotros debemos ser los Baraja, Villa, Cañizares, Albelda, Silva, Mata, Albiol, Joaquín, Pablo€que eliminaron al Barcelona y ganaron la Copa.

Nuestra Copa es salvar la categoría y tiempo habrá de poner contra el paredón de la historia a los responsables de este gran desaguisado. Todos juntos salvaremos al soldado Ryan, al soldado del murciélago. Es el momento de Mestalla.