A los 5 minutos de encuentro, Peter Lim hizo acto de presencia en el palco del Coliseum Alfonso Pérez. Acompañado de su esposa Cherie y del consejero Kim Huat Koh, el máximo accionista se situó en una esquina de las butacas superiores, oculto en sus gafas de sol, y con la discreción de quien llega al cine con la película ya empezada y no quiere causar ruido. En la segunda mitad, el empresario singapurés cambió de asiento, orientado hacia la portería en la que atacaba el Valencia.

Lim, que ya asistió al partido de la pasada jornada en Mestalla contra el Barcelona, llegó ayer a Madrid procedente de Inglaterra. Estuvo en Manchester cenando con el extécnico del Valencia Gary Neville, su hermano Phil y el resto de miembros de la quinta del 92 del Manchester United (David Beckham, Ryan Giggs y Nicky Butt), con los que comparte aventura empresarial en el Salford City. El dueño de Meriton Holdings tenía previsto aprovechar su tour europeo para reunirse con Al Kelhaïfi, dueño del París Saint Germain, y tratar la posibilidad de negociar una ampliación de la cesión de Gonçalo Guedes.

Antes de dejar València, Lim se reunió con el entrenador Marcelino y con el director general Mateu Alemany para perfilar los objetivos de cara al mercado de invierno.

Nuevo desplazamiento masivo

La buena marcha del Valencia convocó ayer un considerable éxodo de aficionados, que ocuparon toda la zona reservada a la hinchada visitante y otros sectores del estadio. Sus cánticos se hicieron notar, incluso más que los de la afición local. El equipo regresó en AVE y, curiosamente, coincidió en Atocha con Pepe Bordalás.