El encuentro de vuelta de Copa del Rey contra el Barcelona dejó como imagen última el ataque al autocar del equipo azulgrana, justo cuando abandonaba Mestalla. El infractor, que lanzó un cargador de batería de móvil, rompió una de las lunas del autobús y provocó que la expedición parase el inicio de su marcha. El responsable, que fue detenido al instante, es un aficionado que no pertenece a ningún colectivo de animación ni peña y actuó en solitario.

El otro momento de hostilidad se produjo, precisamente, con la llegada del club barcelonista a Mestalla. Hubo lanzamientos de algunas botellas de agua que llegaron a impactar en el autobús y se produjeron varios cánticos ofensivos de carácter político, procedentes de sectores concretos. El jugador más criticado fue Gerard Piqué, que recibió los mismos insultos, contra su mujer, la cantante Shakira, y sus dos hijos, que ya tuvo que escuchar una semana atrás ante el Espanyol. El partido se desarrolló con corrección y de forma festiva.