El Valencia, por fin, dominó las áreas y saboreó una victoria indiscutible. Todo se le puso de cara: el gol inicial de cabeza de Diakhaby, el tanto cruzado de Cheryshev en el nudo y el testarazo final de Rodrigo tras un excelente centro de Ferran Torres. Todo dirigido por un Parejo incombustible y magistral en cada acción. Ante un Villarreal negado precisamente en las áreas, sin fluidez en la medular y sin fe en sus posibilidades, con una necesidad imperiosa por reforzar su defensa. Ya suma ocho partidos sin ganar en la Liga.

El VCF ha aprovechado poco el enorme potencial aéreo de algunos de sus jugadores, Diakhaby a la cabeza. El joven central francés acomodó el cuello para cabecear el balón prolongado por Coquelin. Anulado el tanto por el linier, el VAR demostró la posición correcta de Coquelin. Y tan solo era el minuto 3.

Asenjo decía que no con la cabeza después de una gran parada a tiro de Cheryshev. No daba crédito, un día más, al desbarajuste de su defensa a la espera de que lleguen refuerzos.

Pero el Villarreal reaccionó de la mano de un autopase de espuela de Fornals en el que se marchó fácil de Coquelin. Su disparo lo repelió Neto. En el duelo de gestos técnicos, los dos sombreros de Coquelin, sobre Iborra y sobre Trigueros, levantaron al público de Mestalla.

Al verse tan pronto por detrás, el equipo groguet pareció quitarse los nervios de encima y jugó más suelto que en las últimas jornadas. Le faltó algo de colmillo en las áreas.

El partido fue abierto. El Valencia CF también se fajó con fluidez, bien dirigido por Parejo, autor de un disparo fantástico a la cruceta desde unos 35 metros. Asenjo no podía llegar.

Marcelino hace un 'Simeone'

Marcelino comenzó la segunda parte arengando a la grada, al estilo Simeone. Y surtió efecto. santi Mina remató al palo un centro de Cheryshev y, poco después, el propio exterior ruso cruzó a la perfección un servicio de Parejo. El capitán, rápido de mente, robó y entregó raudo para el gol que sentenciaba el encuentro. Había perdido el balón en la salida Iborra, incómodo en la posición de medio centro.

El caño de Carlos Soler a Jaume Costa daba una idea de cómo la confianza iba creciendo en los futbolistas de Marcelino. Se atrevían a jugadas inéditas esta temporada en Mestalla.

El Villarreal tuvo un par de ocasiones para entrar en el partido: un cabezazo, solo y a dos metros de Álvaro, y un disparo frustrado de Bacca, entorpecido por un muslazo de Piccini.

Marcelino dio descanso en el último tramo a Cheryshev, Carlos Soler y Santi Mina. Entraron Wass, Ferran Torres y Kang In. Al extremo de Foios le dio tiempo para meter un centro fabuloso de rosca, al segundo palo, cabeceado picado a gol por Rodrigo.