El vestuario del Valencia no es ajeno a lo que sucedió el domingo por la noche en la final de la UEFA Nations League entre España y Francia. El polémico gol de Kylian Mbappé fue uno de los temas de conversación durante el entrenamiento del lunes en la ciudad deportiva de Paterna. ¿Es fuera de juego? ¿No es? SUPER pulsó la opinión de algunos jugadores de la plantilla y la sensación del grupo es que se sienten perdidos e indefensos ante las nuevas reglas arbitrales con las que los organismos internacionales están cambiando el espíritu del juego. La normativa más que aclarar, confunde. Los futbolistas no saben lo que son manos y lo que no. Ahora tampoco saben lo que es fuera de juego y lo que no. Y eso se traduce en una incertidumbre arbitral que no ayuda al jugador. Es lo que piensan muchos jugadores del Valencia, pero es algo también extensible al resto de equipos. A la vista está la sorpresa con la que los internacionales de la selección española escuchaban las explicaciones del ábitro inglés Anthony Taylor. «El árbitro me dice que tengo intención de jugar el balón, que me hubiera tenido que apartar y que Mbappé la controle, que esa es la regla. Creo que es fuera de juego claro. Un defensa no se puede apartar nunca. Ojalá en un futuro cambien esta norma», decía asombrado Eric García. Ni Deschamps la conocía.

Aspecto de las obras del Nuevo Mestalla. | M. Á. MONTESINOS

La jugada del central del Barcelona ha colmado el vaso de la paciencia de muchos jugadores. Porque la desconocían, porque no la entienden y sobre todo porque desvirtúa el fútbol. Los equipos asisten a charlas informativas a lo largo de la temporada. En este caso, nadie había explicado a los futbolistas del Valencia esa jugada en concreto. Se ha llegado a un punto en el que los jugadores ni siquiera entienden algunas de las decisiones arbitrales que les favorecen.

Llueve sobre mojado

Llueve sobre mojado porque en el vestuario del Valencia y en el resto de equipo de LaLiga ya existía malestar por el tema de las manos. Sin ir más lejos, muchos jugadores no entendieron por qué en el último partido contra el Cádiz ni el árbitro ni el VAR castigaron unas manos de Fali dentro del área. El valenciano saltó con los brazos desplegados en su intento de tapar un cabezazo de Marcos André y el balón acabó impactando en su antebrazo. De nada sirvieron las protestas. Las manos se han convertido en una auténtica lotería. El presidente del Comité Técnico de Árbitros Undiano Mallenco explicó en verano el criterio de las manos para la nueva temporada 21/22. Sirvió de poco.

La realidad es que se han producido acciones idénticas incluso durante la misma jornada que no han tenido el mismo castigo. Las últimas temporadas está llenas de declaraciones e incluso comunicados oficiales de los clubes denunciando la falta de unanimidad de criterio. Los jugadores están perdidos y no les falta razón.