Al lugar en el que se ha sido feliz no se debe volver, dice la canción. Pero Maxi Gómez está encantado de regresar al Camp Nou. Es uno de sus estadios favoritos de LaLiga y el FC Barcelona, sin duda, el rival que le levanta una sonrisa. Junto a la Real Sociedad, el equipo azulgrana es el contrincante que mejor se le da al delantero uruguayo del Valencia. Seis goles ha anotado a culés y donostiarras desde que aterrizara hace cinco temporadas en España. Además, con el Valencia ha marcado en las dos visitas al coliseo barcelonista, empezando a trazar la estela del Piojo López. Del resto de 18 equipos contra los que ha visto puerta, destacan Levante UD, Espanyol, Valladolid, Getafe y Betis, con 4 dianas.

El Camp Nou será mañana una reválida para Maxi, que regresa a la titularidad tras cumplir en Cádiz su partido de sanción. De momento en esta temporada solo ha marcado un tanto, en El Sadar, pero el debate de una posible suplencia no ha alterado a José Bordalás. Para el técnico del Valencia el charrúa es, de momento, inamovible por todas sus prestaciones más allá del gol, que es escaso. La manera con la que desgasta y fija a los centrales rivales, las faltas y tarjetas que provoca y el constante derroche de energías tienen un beneficio para el colectivo muy positivo, aunque sea invisible en las estadísticas principales.

Solo en una ocasión, en el último Valencia-Barcelona, el pasado 2 de mayo (2-3), Maxi se quedó sin marcar con los blanquinegros frente al Barça. Su primer tanto llegó el 14 de septiembre de 2019, en el primer partido de Albert Celades como técnico, con el equipo todavía impactado por el despido de Marcelino García Toral. El Barça pasó por encima de los valencianistas con un imponente Ansu Fati y Maxi solo redujo distancias en el último minuto, en el 5-2 final. En la segunda vuelta, el 25 de enero de 2020, el ariete uruguayo marcó los dos goles del Valencia (2-0), en la que tal vez haya sido su mejor exhibición como valencianista y en una de las últimas tardes de Mestalla previas a la pandemia. En la temporada siguiente, con Javi Gracia en el banquillo, Maxi volvió a destacar en el Camp Nou. Fue el encargado de marcar el 2-2 definitivo después de una buena triangulación colectiva con pase final de Gayà y remate de Maxi, más rápido que su compatriota Ronald Araujo (mañana ausente por lesión) para colocar lo justo el pie para desviar la trayectoria al palo contrario de Ter Stegen. Antes, en la primera parte, el portero alemán intervino en una meritoria estirada para desviar un cabezazo de Maxi.

Con Gonçalo Guedes como compañero atacante, Maxi Gómez tiene la oportunidad esta temporada de consolidarse por fin como valencianista. El atacante portugués, movido desde la banda a la segunda punta, puede representar para Maxi el socio que encontró en Iago Aspas en sus dos años en el Celta de Vigo. La irregularidad ha sido una constante en sus dos primeras campañas en Mestalla, en las que tampoco le han beneficiado los vaivenes continuos del proyecto de Peter Lim. Sin embargo, la llegada de Bordalás ha cambiado su ánimo en un verano en el que llegó a plantearse cambiar de club. Pero el Valencia entendía que su tasación actual, a la baja, no se correspondía con el valor potencial que todavía no había logrado demostrar y, por otra parte, para Bordalás significaba un nueve puro, ajustado al clásico perfil de delantero por el que apuesta el técnico alicantino. Un ariete rematador, pero también combativo y temperamental, al estilo de Jorge Molina, pero más joven y con mayor calidad.