El pasado mercado de verano se cerró con seis caras nuevas en la plantilla valencianista que llegaron para dar profundidad de banquillo al equipo y ayudarle a dar un salto de calidad. Antes de que las lesiones se convirtieran en una plaga, la mayoría de ellos empezaron ofreciendo un buen nivel como parte de la rotación, pero con el paso de los partidos su efecto se ha diluido. Especialmente cuando la mayoría de ellos han coincidido en el campo como titulares no han acabado de encontrar su mejor versión y se ha evidenciado la brecha de nivel entre la ‘Unidad A’ y la ‘B’.

De los seis, el único que se ha hecho con el puesto de titular en el once tipo de José Bordalás ha sido Omar Alderete. El ‘15’ fue uno de los principales bastiones competitivos del Valencia CF en el tramo inicial del campeonato, pero su rendimiento ha bajado junto con el mal momento que vive el equipo. El paraguayo no cuajó una buena actuación contra el Betis -perdió la marca de Pezzella en el córner y se precipitó yendo abajo en la acción del penalti- y está acusando la endeblez defensiva del bloque, que se parte con más facilidad y también estando mucho más expuesto a balones a la espalda (su punto débil).

El rendimiento de Dimitri Foulquier, que llegaba para ser un comodín en defensa pero que se ha convertido en titular por la longeva lesión de Thierry Rendall, está siendo correcto. A nivel defensivo está siendo capaz de imponer su físico en los duelos, pero en campo contrario sí se está haciendo notar la diferencia con el portugués, que en las primeras jornadas hizo de la banda derecha un filón ofensivo por su gran recorrido y capacidad para llegar con solvencia a zonas de centro.

Algo similar pasa con Hugo Duro. La lesión de Denis Cheryshev le abrió las puertas y respondió con un nivel impactante. Dos goles y una buena producción ofensiva, buenos desmarques y generación de ocasiones. Su efecto también se ha diluido en los últimos choques: el trabajo es innegociable, pero el bajón de rendimiento del equipo a nivel ofensivo le ha perjudicado mucho y está siendo menos determinante en el último tercio y protagonizando muchas menos acciones en zona de remate.

El caso de Marcos André es distinto. El brasileño vive a la sombra de Maxi Gómez y no ha acabado de aprovechar todas las oportunidades que ha tenido para provocar un cambio en el ‘9’ titular del equipo. Saliendo desde el banquillo ha tenido dos buenas actuaciones: Athletic -marcando su primer gol- y Mallorca -generando peligro, dando una asistencia y estrellando un balón en la madera-, pero cuando ha entrado en el once se ha quedado corto. Contra el Betis falló una clara ocasión que le hubiese garantizado la continuidad como referencia del Valencia en punta.

Por lo que respecta a Hélder Costa su presencia ha sido mucho más residual que la del resto de incorporaciones. El angoleño jugó por primera vez como titular contra el Mallorca y su segunda parte transmitió buenos inputs siendo un foco de peligro y poniendo centros con precisión. Contra el Betis salió en una coyuntura complicada y todavía es una incógnita si logrará ganarse un puesto más importante en el juego exterior. De cara a los próximos encuentros el equipo podría recuperar efectivos como Thierry o Carlos Soler, que entrarían en el once en detrimento de alguno de estos fichajes y la expectativa es que recuperen su mejor nivel junto con la mejoría del equipo y entrando dentro de la rotación en un once más natural.