El objetivo del Valencia es fichar un mediocentro de corte defensivo para equilibrar el equipo y fortalecer la limitada rotación. El mercado entrará, por fin, en el orden del día de la tercera reunión telemática entre Peter Lim y José Bordalás, prevista para el próximo mes de diciembre. En las dos primeras tomas de contacto no se habló de unos fichajes que, atendiendo a los vaivenes de resultados, cobran prioridad.

La necesidad de reforzarse con centrocampistas es una urgencia que se arrastra desde hace una temporada y media, cuando el Valencia se deshizo de sus tres mejores mediocentros (Parejo, Kondogbia y Coquelin), sin compensar esa fuga de talento, experiencia y músculo con la llegada de sustitutos, más allá del regreso como cedido de Uros Racic y el efímero y poco productivo paso en préstamo de Cristian Oliva. Un nombre, el de Gonzalo Villar, ha saltado entre los posibles fichajes. El mediocentro ilicitano de la Roma, y excanterano del Valencia, estaría encantado de volver a Mestalla como cedido. Su fulgurante progresión en el conjunto “giallorrosso” se ha visto interrumpida con la llegada al banquillo de José Mourinho, que no cuenta con él. Además del Valencia, Villar ha sido ofrecido a otros cuatro equipos de LaLiga y también de la Serie A, donde goza de muy buen predicamento.

Sin embargo, el deseo de Bordalás es el de contar con un centrocampista de perfil más defensivo y no con la vocación atacante de Villar. Un factor que, de momento, le aparta de la lista de prioridades del técnico alicantino. El Valencia cuenta actualmente en la medular con Hugo Guillamón, central reconvertido a centrocampista por su exquisita circulación de balón, con la versatilidad de Daniel Wass, a quien la ausencia de alternativas le ha resituado en el medio después transitar la banda derecha en las tres primeras temporadas, y finalmente con Uros Racic. El jugador serbio, con buenas condiciones, parece estancado en la etiqueta de futbolista de proyección y su estatus es de jugador de recambio y no de primer espada.

En todo caso, el mensaje que se quiere trasladar a Lim es firme. Hay que reforzar a un equipo cuyo nivel de rendimiento y resultados se ha visto muy condicionado con la ausencia por lesión de jugadores sin réplica en el vestuario, como son los capitanes José Luis Gayà y Carlos Soler, así como el lateral Thierry Rendall. El Valencia acumula 4 victorias, 4 empates y 4 derrotas. Una media de puntuación que, de prolongarse, dejarían al equipo blanquinegro en la órbita de los 50 puntos, de nuevo en tierra de nadie. Los movimientos que se hagan de cara al mes de enero serán una señal de la ambición de la propiedad por recuperar el estatus deportivo perdido. Volver a Europa no solo es una cuestión de prestigio, sino que reactivaría una de las vías de regeneración financiera de la entidad.