Un paso más. Después de la reunión técnica entre el Valencia CF y las Consellerías de Economía y Territorio, es cierto que todavía no hay ningún compromiso de la Generalitat en paralizar la caducidad de la ATE ni tampoco ningún aval del club para conseguirlo. Sin embargo, las dos partes coinciden en una predisposición mutua por seguir avanzando. En la cita de ayer, ante la preocupación por su caducidad, incluso se abrió la posibilidad de conservar los beneficios urbanísticos bajo otra figura que la Generalitat tenga potestad de tramitar y aprobar. Sería la respuesta a la declaración de intenciones de ir rápido sobre la base del crédito de CVC, motivo por el que el club, a falta de presentar un aval, ya ha pedido como siguiente paso cita con el Ayuntamiento.

Desde las Consellerías se insistió durante el encuentro en que el objetivo es, por un lado, cumplir la ley en beneficio del interés público y, por el otro, salvaguardar la institución por encima de quienes sean sus propietarios. Fueron dos de las premisas sobre las que se sustentaron los discurso de los respectivos responsables de Economía y Territorio, Rafa Climent y Arcadi España, en un cónclave nutrido que en cuanto a contenido fue una réplica del celebrado 48 horas antes con el president Ximo Puig. Pese a que no estaba confirmada, la presencia de Anil Murthy fue un indicador de la importancia que esta vez sí que se le está dando a este acercamiento. El resto de la delegación del Valencia CF la formaron la directora financiera, Inmaculada Ibáñez, el director de operaciones, Christian Schneider, el director de marketing, Jorge García, y el abogado y secretario del Consejo Germán Cabrera, si bien este último participó por videoconferencia.

Ibáñez puso sobre la mesa los datos sobre la deuda y, como en la Junta de accionistas, volvió a remarcar que no es sostenible, lo cual afecta a un proyecto económicamente basado en los pagos contra certificaciones de obra que irán llegando de CVC. Los trabajos, según se explicó, están valorados en 108 millones más los 7 del polideportivo de Benicalap, con lo que el coste total de ambas infraestructuras ascenderá a 115 . De ellos 80 saldrán del préstamo de LaLiga y el resto, la parte para la que se solicita una garantía y que sigue siendo la más espinosa, de la venta de los 40.000 metros cuadrados del suelo terciario de Cortes Valencianas, en el que cual podría construirse un hotel. El club es optimista porque en el actual contexto de menor incertidumbre espera ofertas mejores de las que ya dijo tener. Ocurriría lo mismo con las parcelas del Viejo Mestalla y los ingresos atípicos de palcos, naming y zonas de ocio.

Aunque no se mostró el proyecto de obra, solo diapositivas con los distintos anillos, el plan de estadio pasa por la reducción del aforo a una horquilla de 46.000 a 53.000 espectadores, ampliable a 63.000 gracias a que la estructura permitirá modificaciones (el tope que permite es de 75.000). El boceto es de un estadio sostenible, con placas solares a través de un socio tecnológico, totalmente cubierto, tiendas y dos torres. La Generalitat se ha comprometido a estudiar el documento y las garantías una vez que se presente la documentación oficialmente por el registro de entrada, algo que debería ocurrir a lo largo de enero.