El Valencia CF y las instituciones trabajan en definir su nueva relación para reanudar las obras del estadio, pero la elaboración de ese nuevo marco jurídico que establezca las obligaciones del club para conservar los aprovechamientos urbanísticos de la extinta ATE todavía tiene que salvar muchos escollos. Desde las partes se insiste en la buena predisposición en las últimas reuniones, pero lo cierto es que las distancias siguen alejando en el tiempo la realidad de poner en marcha la construcción del Nou Mestalla. Para acelerar, las conversaciones deben avanzar en todos los sentidos: técnicos y económicos.

La última reunión tuvo lugar el pasado viernes y fue de técnicos. A nivel de características el aforo es el tema estrella: la última ‘oferta’ del club fueron 66.000 ampliables cuando hiciese falta y esperan saber si la Administración rebaja sus pretensiones de los 70.000 a esta cifra. Detrás de esta gran cuestión, no obstante, están otras como la sede social, el museo y demás prestaciones para el aficionado que deben incluir en el proyecto final y que en el último no quedaban reflejados. También el número de plazas de parking, que si bien es un asunto en el que las instituciones pueden ser flexibles, debe encontrar un consenso.

Y una vez se alcancen los acuerdos en materia técnica, seguirá faltando un factor clave: el proyecto resultante debe estar avalado económicamente con una serie de garantías que pasen el filtro de la Administración. Los 80 millones de CVC fueron dados por buenos por parte del IVF, pero el dinero restante necesita un respaldo creíble. Los avales que el club presentó la última vez no fueron considerados suficientes y deberán trabajar en unos nuevos, ya que desde el Ayuntamiento no quieren que quede una parte de las obras sin garantizar por escrito y de forma vinculante. También el Pabellón de Benicalap es un escollo a salvar de índole económica. Lo hará el consistorio y pasará la factura al club, pero no hay acuerdo con el coste, ya que entre el pabellón que quieren las instituciones y el que ofrece el club hay una brecha económica.