Otra vez sin proyecto deportivo

El Valencia vuelve a llegar tarde. Miguel Ángel Corona no sabe si el club debe vender futbolistas en verano para cuadrar cuentas o reducir el coste de plantilla. No hay hoja de ruta para la temporada 2024/2025

Layhoon y Corona llegando al Media Center de Paterna.

Layhoon y Corona llegando al Media Center de Paterna. / Francisco Calabuig

Rafa Jarque

El Valencia CF no tiene proyecto deportivo para la temporada 2024/2025. Y no por ser lo habitual deja de ser sorprendente. Sobre todo porque una entidad, maniatada por Meriton, que ha tropezado tantas veces con la misma piedra debería de tener la lección aprendida, por lo menos si su intención es la de crecer en el ámbito deportivo. Sin embargo, las palabras de Miguel Ángel Corona el día que Peter Federico fue presentado como nuevo jugador del Valencia volvieron a dejar helado al valencianismo. La indeterminación en las respuestas, los titubeos y, sobre todo, el desconocimiento sobre algunos de los temas económicos que acaparan la más estricta actualidad del club no son compatibles con un proyecto que busca el progreso hacia una realidad deportiva ilusionante.

«No lo sé». Fue la respuesta del director deportivo del Valencia cuando fue cuestionado sobre si el club sigue estando obligado a vender jugadores el próximo verano para cuadrar las cuentas, como lleva siendo habitual en los últimos ejercicios. Corona no conoce la hoja de ruta del club, si la hay, y tampoco tiene controladas las distintas desembocaduras que puede adoptar una temporada. «La clasificación también nos marcará los ingresos del siguiente curso», fue una de las excusas que empleó para justificar su desconocimiento. Como si en un club normal no se estudiaran los distintos escenarios antes de mirar al toro a la cara. «Contextualizo. En muchas ocasiones, en mercados anteriores hemos marcado una cifra de necesidad y no hemos llegado. Y financieramente el consejo de administración decide funcionar sin esos ingresos», apuntó también.

Es una evidencia. El Valencia vuelve a llegar tarde. Layhoon, Javier Solís, Corona y el resto de trabajadores de Peter Lim no se pondrán manos a la obra hasta que la presente temporada llegue a su fin llegados al mes de junio. Entonces, cualquier decisión que se quiera adoptar volverá a estar supeditada al dichoso ‘OK’ del máximo accionista, que cada vez lo vende más caro. Será, por tanto, la enésima ocasión en la que el club volverá al punto de partida de la noria en la que lleva subido demasiados años: sin planificación para suplir las más que probables ventas y a contrarreloj en las últimas semanas tras dos meses de mercado que siempre terminan siendo ‘cortos’ para el club precisamente por la nula preparación previa. De hecho, sobre la necesidad o no de reducir el coste de plantilla, Corona también ofreció un desconocimiento preocupante: «No nos hemos sentado con números exactos. Esto también depende de las operaciones de verano y de la clasificación. Muchos factores pueden modificar o cambiar esos números y no los tengo con exactitud», expuso el director deportivo. Cuestionado sobre si el club iba a dotar de más armas a Baraja, ofreció otra respuesta con pocas certezas: «Hay tres hipótesis. No sé qué coste tendríamos, qué operaciones podríamos hacer, qué nos diría el mercado de nuestros jugadores, y sobre todo si nos meteremos en Europa. Y sobre todo, lo último. Este año la empeoramos y ya llevamos 35 puntos. Es difícil hablar aquí con rotundidad».

Baraja no merece esto

Si hay alguien dentro del actual Valencia que no merece tanto desinterés deportivo, ese es Rubén Baraja. Hace poco más de una semana el Pipo, en una entrevista para Movistar +, hablaba de proyecto serio, de consolidar al Valencia en la zona alta, de estabilidad deportiva y, sobre todo, de «ambición por ir mejorando y creciendo». Apenas unos días más tarde, sus palabras han quedado inevitablemente contrapuestas a las de Corona, que demuestran que Meriton no está en la misma línea.