Paco Varea, Valencia

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia acusaba ayer implícitamente al equipo de gobierno del consistorio valenciano, que preside la alcaldesa, Rita Barberá, de falta de eficacia a la hora de intervenir en la resolución de los problemas existentes en las zonas de ocio, que lejos de disminuir han aumentado en el último año, según denunció ayer la comisión vecinal del ocio.

La portavoz de la mentada comisión, Sol Romeu, afirmaba que «estamos muy preocupados después de escuchar a los dirigentes vecinales de varias zonas de ocio -El Carmen, Honduras y Menéndez y Pelayo - donde viven bajo la presión del botellón que éste problema ha aumentado ante el descontrol. Es necesario un plan de medidas coordinadas y sostenidas en el tiempo para hacer frente a este problema. Nos reafirmamos en la necesidad de un servicio eficaz de actividades - con lo cual sacan a relucir la ineficacia y falta de atención con los vecinos - y una mayor presencia policial para hacer cumplir las ordenanzas municipales. Vamos a exigir más efectividad».

Cabe recordar que la policía denuncia pero luego debe notificarse una sanción que, en muchas ocasiones, no llega por comunicarse de día en unos locales cerrados en horario diurno.

Desde la federación se considera que «existe un gran desamparo en el movimiento vecinal que, en algunos casos, se siente amenazado como consecuencia del tema del ruido». Con esa frase se sacaba a la luz los casos, aunque en ocasiones aislados, de amenazas verbales que se ha producido contra los vecinos por defender el derecho al descanso y, en ocasiones, por recordar la obligación de cumplir la normativa.