Las acequias de Valencia aún vierten cada año a la depuradora de Pinedo y al mar 13 hectómetros cúbicos, el 10% del agua que consume la ciudad en un año. La baja eficiencia es una de las críticas que le hace a la ancestral red de riego del Turia el Plan de Acción de la Huerta de la Conselleria de Medio Ambiente en fase de tramitación. La causa principal de la ineficiencia, según los expertos de la UPV, son los campos disgregados. Los niveles de eficiencia varían según la zonas zonas de huerta. Así la del norte de la ciudad, entre Alboraia, Moncada y Valencia, es "la joya de la corona" y presenta altos niveles de eficiencia. Se trata de unas 4.000 hectáreas de campos de cultivo que trabajan agricultores de Benifaraig, Carpesa y Borbotó y que riega la acequia de Tormos. La revisión del PGOU da la máxima protección a esta zona. También salvaguarda la huerta de Rovella y la de Francos y Marjales, que también se encuentran en buen estado -salvo en la zona más próxima a Mercavalencia-. Un experto en ingeniería hidráulica de la UPV califica de irrecuperable la huerta ubicada entre las vías ferroviarias y la depuradora de Pinedo. Tampoco ve demasiado futuro a la huerta de Campanar, la que riega la acequia de Tormos) que también protege el PGOU porque está demasiado arborizada y ha perdido su valor histórico y paisajístico. h. g.valencia