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Tras muchos años de espera y muchos millones de euros invertidos -más de 70, según el Consell, la mitad abonados por el consistorio y la otra mitad por la Generalitat-, Alboraia enterró ayer la línea de metro que le une con Valencia. Tal como recordó el alcalde de la localidad, Manuel Álvaro (PP), desde la década de los ochenta los vecinos de Alboraia reclamaban la desaparición de las vías de tren en superficie que partían el pueblo en dos, creando dos núcleos diferenciados hasta en lo económico. Mientras a una parte de las vías se encuentra la mayoría de los comercios e instituciones locales, en la otra los residentes no han parado de reivindicar mejores servicios. No fueron pocos los vecinos que ayer mostraron la esperanza de que todo se iguale con la desaparición de esta "herida" ferroviaria.

La inauguración del soterramiento de la línea 3 de Metrovalencia en Alboraia fue multitudinaria y, según la definió el primer edil, "histórica". Miles de vecinos se acercaron a las nuevas zonas verdes del Palmaret y, sobre todo, de Peris Aragó, para visitar estas dos nuevas estaciones subterráneas y recorrer en metro el túnel de poco más de dos kilómetros que las separa. Eso sí, los primeros en hacerlo fueron, como no, los políticos, encabezados por el presidente de la Generalitat Francisco Camps, el alcalde Manuel Álvaro, la alcaldesa de Valencia Rita Barberá y el conseller de Infraestructuras Mario Flores. Los cuatro lo hicieron montados en la cabina del conductor desde Palmaret hasta Peris Aragó.

Ya en esta estación, el jefe del Consell calificó de "grandioso" el proyecto de soterramiento de la línea de metro y se mostró convencido de que "en poco tiempo" el área metropolitana de Valencia se convertirá "en la segunda más importante de toda España por empleo, prosperidad y bienestar". "Es mi compromiso personal", aseguró Camps tras recalcar la labor de "las administraciones autonómicas" para que la Comunitat Valenciana "se convierta en una región de liderazgo en toda Europa", incluyendo en este esfuerzo la llegada a Valencia del AVE, pagado por el gobierno central.

Por su parte, el alcalde Manuel Álvaro subrayó que con el soterramiento de las vías se suprime "una barrera que ha dividido Alboraia durante muchos años". "El de hoy es un día histórico que llevamos esperando más de 20 años" señaló, y recordó que con la desaparición del trazado en la superficie el municipio recupera 15.000 metros cuadrado de suelo destinado a espacios libres como el Parque de las Vías o el jardín que rodea la estación de Palmaret. Álvaro anunció que este jardín estará dedicado al ex conseller José Ramón García Antón, ya fallecido, por haber sido uno de los primeros impulsores del proyecto.

Un compromiso de 2003 y unas obras que han durado 4 años

A pesar de que en marzo de 2003 el presidente Camps ya "asumió su compromiso" de soterrar las vías en Alboraia, no fue hasta finales de 2006 cuando se licitaron las obras después de que la Conselleria de Infraestructuras y el ayuntamiento firmaran un protocolo de colaboración. Estaba previsto que las obras estuviesen listas a finales de 2008, después en la primavera de 2009 y por último el pasado septiembre. El proyecto (con el que desaparecen los tres pasos a nivel de Alboraia) ha contado con un presupuesto de más 70 millones de euros, diez menos de lo que anunció en mayo el responsable del ente gestor de la red de Transportes. El trazado tiene una longitud de unos 1.669 metros, de los cuales 1.310 (78,5%) corresponden a sección soterrada, y los 359 restantes (21,5%) a secciones en trinchera y abiertas.