Guardas de paisano vigilarán los parques para evitar cepos de aves

Por ello, los funcionarios encargados del cuidado y la vigilancia de los parques y jardines de la ciudad han decidido realizar las tareas de vigilancia de paisano para poder identificar a quien está realizando estas prácticas. «Nuestra tarea consiste en identificar al cazador y avisar a la policía local para que se persone y proceda a su detención», explicó el responsable de la vigilancia del parque de Benicalap.

Y es que, desde diciembre del año pasado,la caza o pesca con «veneno, medios explosivos u otros instrumentos de similar eficacia destructiva» están tipificados en la ley como delito, y no como una simple falta administrativa (como reflejaba el artículo 336 antes de su modificación).

Sin embargo, encontrar a estos cazadores ilegales no parece cosa fácil, y más si se tiene en cuenta la extensión del parque de Benicalap y el gran número de usuarios que lo frecuentan a diario. Por eso, la vigilancia se hará de paisano.

Sin embargo, y con la firme intención de ayudar a los vigilantes y a la policía local en la tarea de erradicar estas prácticas de caza en zonas verdes, los vecinos pidieron ayer a los usuarios del parque que «abran bien los ojos y avisen a los guardas o a la policía local si ven algo sospechoso».

Es más, los agentes de policía local recordaron ayer que sin una identificación y una denuncia previa, no se puede sancionar.

La pareja de vecinos que encontró cuatro cepos de pájaro en el jardín de Benicalap el pasado sábado se mostraba ayer optimista. «Creo que quien haya estado poniendo trampas en el parque dejará de hacerlo. Entre todos vigilaremos la zona e imagino que desistirá de poner más trampas escondidas entre la hojarasca porque pueden suponer un grave peligro para los niños que vienen al parque a diario», aseguró ayer la pareja.