Alumnos residentes del colegio mayor Luis Vives de la Universitat de València se movilizan estos días para reclamar que no se eche el cierre definitivo, el próximo 15 de julio, de este centro en el que viven durante el curso académico 145 estudiantes y que ya ha comenzado su cuenta atrás.

Una vez desmontado como residencia, la intención del rectorado es que sus paredes alberguen los despachos de la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación, que se encuentra en la acera de enfrente del campus de Blasco Ibañez, mientras éste edificio -que antes fue Económicas- se reforma.

Sin embargo, la idea era otra. En el proyecto aprobado en 2010 de "VLC/Campus de Excelencia Internacional" se establece que este centro se reconvierta en una residencia para investigadores, algo que la crisis económica y la falta de dinero para invertir en infraestructuras ha relegado, de momento.

Los residentes han elaborado un manifiesto que han enviado al rector de la Universitat, Esteban Morcillo, en la que se preguntan por los motivos del cierre, para cuándo se emprenderá la residencia de investigadores y si hay dinero para ejecutarla.

En la carta, recuerdan que los colegios mayores son centros universitarios que, además de proporcionar residencia, "promueven su formación científica, cultural y humana. Lejos de ser un mero alojamiento de estudiantes, forman también personas y ciudadanos".

El colegio, el primero mixto de España, tiene capacidad para166 estudiantes, en habitaciones dobles e individuales sin baño propio, y 26 profesores. Pertenece al Patrimonio Histórico-Artístico de la ciudad de Valencia. De corte racionalista, está construido según los planos del arquitecto Javier Goerlich y datan del año 1935.

En los años 90 se acometió una rehabilitación parcial llevada a cabo por los arquitectos Antonio Escario y Carlos Montesinos. La capilla se elimina y se crea un salón de actos propio para actividades culturales que se denomina Auditorio Montaner. Existe otro proyecto de reformas del año 2001 que no ha sido ejecutado.

Nombrado por el rector, el director del colegio mayor, el profesor José María Goerlich, indicó ayer a Levante-EMV que es una propuesta que tiene clientes aún sabiendo sus alumnos que este curso es el último. En su opinión, debería mantenerse porque las residencias estudiantiles como ésta ofrecen y desarrollan los valores que están contemplados en los Estatutos de la Universitat.

Junto a este centro propio, la institución académica cuenta con el colegio mayor Rector Peset y la residencia universitaria Damià Bonet cuya gestión es privada aunque ha sido construida por la misma Universitat.