Los propietarios de viviendas del número 4 de la plaza de la Virgen, edificio situado enfrente de la Basílica al que desde hace años se ancla el toldo que cubre la plaza, están decididos a evitar que la nueva lona también quede fijada al inmueble.

Según informaron ayer fuentes de la comunidad a Levante-EMV, los vecinos piensan tomar medidas legales al respecto porque el ayuntamiento en ningún caso les ha consultado sobre la obra.

«Deben haber dado por hecho que estamos dispuestos ha admitir la colocación porque se ha hecho tradicionalmente —explicaba uno de los afectados­—, pero no es así. Es un bien inmueble particular y por ley tenemos que dar nosotros el consentimiento como cualquier otro edificio, algo que el ayuntamiento no nos ha pedido».

La negativa de los vecinos se produce cuando el toldo ya está preparado para ser desplegado desde el tejado de la Basílica, al otro lado del cableado, y tras nueve meses de trabajos preparatorios con lo que sorprende que el ayuntamiento trabajara sin el permiso.

Los vecinos reconocen que están preocupados por la seguridad del edificio. «Cuando estaba el antiguo toldo colocado y había viento se notaba cómo vibraba el edificio y hacía mucho ruido», cuenta la presidenta de la comunidad.

El principal motivo que inquieta a los propietarios es que la antigua instalación del toldo, que tenía ya 45 años, ocasionó daños en la estructura de la Basílica de la Virgen, algo que los mismos responsables del proyecto actual han reconocido. Por este motivo los vecinos temen que también haya afectado a su edificio poniendo en riesgo la seguridad de los residentes.

Los técnicos aseguran que el nuevo sistema de despliegue del toldo es más seguro por varias razones: porque los anclajes metálicos se sustentan sobre los muros principales del templo; porque el toldo es más ligero que el anterior y porque el mecanismo cuenta con un anemómetro que permite que la lona se pliegue automáticamente en caso de que haya viento de más de 20 kilómetros por hora para evitar incidentes.

Los trabajadores de la obra efectuaron ayer una revisión técnica de los anclajes del toldo al edificio número 4 de la plaza de la Virgen. En esta inspección se revisó el estado de los mecanismos, algunos de los cuales se encuentran muy oxidados por el paso del tiempo, y la seguridad de la instalación para saber en qué medida podría verse afectado el inmueble.

El conflicto era previsible, ya que el ayuntamiento publicó ayer un edicto para que los vecinos permitieran el paso de los técnicos con advertencia de que recurrirían a la policía e incluso a una orden judicial que no fue necesaria. Así pues, los propietarios exigen llegar a un acuerdo con el consistorio para modificar la forma de enganchar el toldo de manera que no afecte al edificio. Además, recuerdan que, hace unos años, la lona se enganchaba a unos postes colocados sobre el piso de la plaza durante las fechas señaladas, como en Fallas, y que posteriormente se quitaban. De momento los propietarios han dejado el asunto en manos del abogado de la comunidad: «estas cosas van despacio y no sabemos cuándo nos darán una solución».

300.000 euros para una lona más ligera

El Ayuntamiento de Valencia es la institución encargada de colocar el nuevo toldo sobre la plaza de la Virgen. Los más de 300.000 euros gastados en la tela permitirán desplegar un toldo que pesará casi la mitad que el anterior, obra del inventor valenciano Ricardo Cánoves, conocido como «El Pernales», en colores beige y azul. El novedoso mecanismo plegará la lona cuando los vientos superen los 20 kilómetros por hora o cuando llueva.

El proyecto, sin embargo, verá la luz más tarde de lo esperado. El verano pasado, cuando el vicealcalde Alfonso Grau presentó el nuevo toldo, los plazos decían que el mecanismo estaría instalado antes de Navidad, aunque el entoldado no se utilizaría hasta las Fallas de este año. Los plazos no se han cumplido y el proyecto, elegido en un concurso en el que la Universidad Politécnica presentó un sistema de anclaje del toldo con pilares en la plaza de la Virgen, verá la luz casi tres meses después de la fecha prevista. El proceso de instalación de la nueva lona sacó a la luz la opinión de la familia del creador del toldo, el valenciano «El Pernales», caracterizado por intentar poner solución a problemas casi imposibles —intentó enderezar la torre de Pisa, pero Italia no aceptó—. Su nieto, que ahora se encarga de gestionar el patrimonio de su abuelo— indicó en julio que el toldo de su abuelo debería de haber sido retirado quince años antes de lo que las obras de reforma de la basílica hicieron que se retirara. El toldo cumplió su función desde que se instaló en los años 60, pero también provocó desperfectos en el templo al causar humedades en la cubierta de la basílica. levante-emv valencia