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La Asociación Valenciana de Caballeros de la Capa Española está a la espera de que el Ayuntamiento de Valencia les dé fecha para instalar su "regalo a la ciudad", que como adelantó Levante-EMV es una escultura de tan histórica prenda. Hace dos meses, el consistorio ya aceptó oficialmente el presente y conjuntamente con la asociación decidió que la escultura, obra del presidente de la entidad, el también abogado Carlos Verdú, se instalara en la Glorieta, concretamente en el frente de la Calle La Paz. Decaía así la propuesta inicial de instalarla junto a la Iglesia donde se venera al primer referente histórico de la capa, San Martín, sita en la calle de San Vicente, junto a la Plaza de la Reina. Al parecer, no había suficiente espacio para un monumento concebido a tamaño natural.

En cualquier caso, en la literatura y también en la idea madre de la asociación siempre irán unidos la realidad de la capa y el mito de San Martín. Cuenta la Leyenda que el santo, nacido en Hungría en el año 316 y educado en Pavía (Italia) desde sus más tierna infancia, se vio obligado con apenas 15 años a entrar en la guardia imperial romana y a participar en la campaña de Amiens (Francia). Fue allí cuando, mientras patrullaba a caballo, se encontró con un mendigo que le imploraba caridad mientras se envolvía en harapos para protegerse del frío. Como no tenía monedas para darle, pensó que al menos podría ofrecerle algo de calor y para ello no dudó en cortar su capa por la mitad y entregársela de cobijo.

En aquel momento, todos sus compañeros de burlaron de él, pero esa misma noche, San Martín vio en sueños a Jesucristo vestido con el mismo trozo de tela que había dado al pobre, una visión que le hizo convertirse al Cristianismo y entregarse a la caridad el resto de sus días.

En Valencia, el referente más cercano a aquel bondadoso guerrero está en la citada Iglesia de San Martín, de origen gótico, pero sometida a diferentes restauraciones entre las que destaca la aportación renacentista y barroca. No lleva el nombre del santo, que era el de Tours, pero sí incorpora el mito de la capa y el mendigo, representado en la escultura que corona una de sus puertas.

Prenda histórica

Por ese motivo, es por el que la Asociación Valenciana de Caballeros de la Capa Española pensó primero en este emplazamiento para colocar su escultura, un homenaje al santo y a una prenda que ha quedado como referente de linaje y elegancia.

Aunque la capa ya estaba presente en los atuendos romanos y prerromanos, el origen de la que hoy se conoce como capa española hay que buscarlo hace seiscientos años en los talleres del Duque de Béjar, en la localidad salmantina del mismo nombre. Y el modelo que hoy se conserva es el nacido hace un siglo, una prenda de paño, con amplio vuelo, forro de color vivo y cuello rematado por dos broches al gusto del propietario.

Esa es la base de la escultura realizada por Carlos Verdú, un molde que ahora se funde en los talleres de Arganda del Rey y que espera fecha para ver la luz. La asociación quiere que se haga cuanto antes para darle al acto el marco invernal propio de la capa. Y puestos a pedir, les gustaría que cortara la cinta la alcaldesa Rita Barberá.