La «mascletà» es uno de los actos del calendario fallero más populares y concurridos que, por regla general, no suele ser escenario de protestas. Hasta ayer. Y es que distintos colectivos de estudiantes anunciaron unas Fallas reivindicativas, y ayer cumplieron lo prometido.

Las protestas de estudiantes y diferentes organizaciones sociales se hicieron oir en la primera «mascletà» del mes de marzo. Eso sí, no actuaron en grupo y coordinados, sino que se dispersaron por todo el perímetro. Unos con globos negros, otros con libros en la mano que sacudían en el aire, unos terceros con pancartas de tamaño medio escritas con rotulador, y otros, con carteles tamaño sábana con palos incluidos. Todos, con pitos y lemas de protesta donde podía leerse desde «Barbaritat valenciana, cero responsables» hasta «se buscan traductoras de rumano», en relación al escándalo de Emarsa, o «a tu fallera, també t´afecta».

Sin embargo, si hubo un grito claro en la protesta fue el que pedía la dimisión de la delegada del Gobierno Paula Sánchez de León ya que el lema de la jornada reivindicativa de ayer —en teoría, habrá un eslogan para cada día, hasta el día 19 de marzo— fue «contra la represión policial y por la defensa de las libertades y los derechos fundamentales», en relación a las cargas policiales sobre los estudiantes del IES Lluís Vives.

Ahora bien, los grupos de manifestantes tuvieron serios problemas para hacerse oir con claridad en una plaza donde, a partir de las 13.45 horas, los temas falleros sonaron a un volumen considerable. Por ello, decidieron «entremezclar» sus gritos de protesta con clásicos valencianos como «Paquito el chocolatero», e incrementarlos en los cambios de música.

Ni pancartas ni protestas

La salida al balcón de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y del presidente del Consell, Alberto Fabra —que acudió al acto por primera vez desde que ostenta el cargo— fue recibida por los asistentes con una mezcla de pitos y aplausos. Sin embargo, Fabra no oyó nada. «Yo solo he oído la ´mascletà´», afirmó el jefe del Consell al ser preguntado sobre las protestas de la jornada. Y es que para Barberá y Fabra no hubo ni pitos ni pancartas ni protestas.

«Ahora sí que ya son Fallas», exclamó Barberá tras el primer disparo, que corrió a cargo de la pirotecnia Peñarroja. «Los falleros deben disfrutar como nunca tras un año difícil, de intenso trabajo», añadió. El balcón de ayer no fue excesivamente multitudinario y contó, principalmente, con los propios políticos como invitados.